Uno que llega. Y que no pertenece
irremediablemente a la amplia nómina del jazz histórico. Quiero
decir que sus influencias están más cercanas al pop reciente
(Prince, Michael Jackson), que a todo lo que pudo aprender de Reyes,
Duques, Condes o Presidentes, lo que no quita para rendir homenajes,
como hace en Montrane, el segundo corte de este fastuoso disco
sorpresa. Su contrabajo es de ahora mismo. Su música es de mañana.
R&B and hip-hop como principios fundamentales y unos músicos a
su altura, jóvenes y preparados. Altamente cualificados como el
trompetista Christian Scott, que aparece como músico invitado. Un
gran disco para entender por donde van los tiros ahora mismo.
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