24.11.15

Los años sombríos. Albacete durante el franquismo



Los años sombríos
Albacete durante el franquismo

Los años sombríos, es un enorme retrato de familia del Albacete de la dictadura”, dice Damián A. González Madrid en el prologo del libro así titulado y que como su nombre avisa desprende un reconocible aroma a humedad y cartón mojado, a hojarasca de barrio viejo, a umbral desconfiado y a miedo, a ése miedo que cantan los silencios y las miradas perdidas.
Los años sombríos es una pieza ya imprescindible en nuestra biblioteca aunque haya tardado tanto tiempo en materializarse. Es el Albacete que nunca quisimos vivir, son nuestras propias vergüenzas exhibidas definitivamente a cara descubierta. Es el horror callado y cauteloso de nuestra historia relativamente reciente, aquella que nos regaló el dictador Francisco Franco como venganza y escarnio por haber resistido la ciudad hasta el último día de "su cruzada”. Una historia de cuarenta y tantos años contando aquellos que nos regaló el consuelo de su muerte y la mesura y reserva de sus consecuencias, ¡cuarenta y tantos años!...

Los albaceteños de levita blanca y fajin de mando aparecen una y otra vez a lo largo de las 519 páginas del libro, páginas que se antojan pocas ante ésta oportuna reparación. Estos cómicos de palacio lucen su representación pavoneándose ante los perdedores y emitiendo partes de comportamientos vergonzantes, patéticos, ridículos, prohibiciones de puro esperpento al servicio de una España de opereta cruel, al servicio de una ciudad como la nuestra ocupada por la represión espiritual y el desatino de un nacional-catolicismo agobiante. 

Los años sombríos son también los años del desenlace final de la guerra civil en Albacete con muchos pelos y más de una señal contados. Son los años difíciles de la derrota de unos y la venganza y gloria de otros, ciudadanos del mismo palo pero no de la misma leña. El libro, en su desperezo, se hace triste y poderoso en datos y nombres, todos albaceteños muchos de los cuales, los que se libran de alguna tapia, con la dura y humillante huida, el exilio, como solución final. Todos los que protagonizan el libro son albaceteños. Son todos hijos de esta tierra. En realidad, expulsados de ella en nombre de un ejercito fascista enemigo de la inteligencia. Pero albaceteños siempre.

Los años sombríos nos cuenta, por ejemplo, el desfile de las tropas franquistas por la calle Marqués de Molins en el año de la victoria: “Y yo en el balcón de mi casa”, comenta entusiasmada una veterana patricia de la ciudad. Con detalles como éste, el libro se te acaba en las manos, es devorado por la impaciencia, la ansiedad y la excitación de abrir lo desconocido, a sabiendas de que es la historia que nadie nos ha querido contar hasta ahora. Albacete en pijama. Albacete en paños menores.

Los años sombríos hace justicia a otros muchos albaceteños que han carecido de perdón público y que pagaron su dignidad con la sangre, el escarnio, la deshonra, la ofensa, la degradación, la vejación y, finalmente, en tantos casos, la muerte. Aún vivos, es reconfortante pensar que al menos algunos podrán leer estas líneas de desagravio ahora, cuarenta años después, hoy, que la memoria histórica nacional se hace tan espesa para muchos que nada tuvieron que ver con aquella barbarie que fue la guerra civil española. Sólo por eso ya vale la pena la edición de este libro y su lectura.

Los años sombríos, es un libro de Andrés Gómez Flores (ya era tiempo de decirlo) y se presenta en la Librería Popular el jueves, 26 de noviembre de 2015, a las 19:15h.
El autor estará acompañado por los Profesores de Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha Damian González Madrid y Manuel Ortiz Heras.



1.11.15

Días de vinos, cine y... visitas.


Con Abycine, llegó el espectáculo

En poco mas de una semana la ciudad abrió el otoño con el alborozo del cine cercano, el que se toca, se palpa, se mira y se aplaude: Abycine.

Javier Coronas
Y en el pequeño depósito de la memoria inmediata quedan almacenados las presencias físicas de un dicharachero Javier Coronas, por ejemplo y por empezar con el presentador del festival. Un tipo al que da la impresión de que le suda el pairo presentar un evento en el patio de su casa, en el bar de Amadeo, en un club de hormigoneros, en un teatro hasta el culo o en un plató de televisión dónde se sabe le contemplan cada viernes más de un millón de personas (Ilustres Ignorantes, Canal+). Coronas es la vida de tu colega Antonio, tal como éste te la cuenta en la barra del Torito. Presentó el festival con la naturalidad que le caracteriza si es que alguna vez se ha caracterizado de algo. Y eso que tuvo como cortapisas a un alcalde de la ciudad torpe, torpe en la palabra y en el gesto, en el braceo y la redundancia, en el no decir nada que nada digo, o sea: “tu dame el micrófono que ya veré yo como salgo de esta”. (Total..., ¿pa qué?, decimos los presentes..., tributos...).

Paco Román (Neuman)
Se homenajeaba esa noche inaugural a Terrence Malick en Malas Tierras, peliculón, de los que dejan huella en todos tus fetiches cinematográficos, no sé, una Sissy Spaceck adolescente o Martin Sheen que aún no había protagonizado Apocalypse Now. La música de Paco Román (de Neuman), con la colaboración de Joaquín Pascual le dio ése toquecito arcaico que siempre persiguen José Manuel Zamora, el director del festival, y su troupe, sobre todo José Manuel Borrajeros que se curró todos los cortes de la película. Excelente faena, objetivo estético cumplido.
En los vinos de celebración porque la quimera ya estaba en marcha, Edu Galán (Revista Mongolia) comentaba con Coronas lo de puta madre que se vivía en Albacete y lo receptivos que eramos ante cualquier espectáculo. Al día siguiente, Galán, junto a su colega Dario Adanti, con la “elegancia” que les caracteriza precisaron en el Cine Capitol algunos puntos básicos sobre la linea que limita el chiste o la parodia, linea que, como todos sabemos, en la revista Mongolia y en sus apariciones públicas bordan (no bordean, bordan, repito).

Rafael Álvarez El Brujo
En el saco de Abycine, como todos los años, las proyecciones independientes, los cortos y videocreciones, el cine infantil para niños... niños; los mitos, los héroes, el pop más mundano, directores, actrices y actores, dijéis, zombies dentro y fuera de la pantalla, poetas, modernos y quijotes..., mira, por cierto, uno de ellos,  Rafael Álvarez el Brujo, aceptó la invitación de Zamora y el director Chumilla Carbajosa y ambos se acercaron hasta nuestra ciudad para presentarnos un proyecto más que interesante: la vuelta al cine de El Brujo con un texto cervantino, El Embrujo del Quijote. Este tipo, El Brujo, es ya un divino de la escena. Convierte una vulgar comparecencia de prensa en un show desternillante. Un monologo de unos veinte minutos sublime, exquisito, didáctico, sutil, aplicado, y una dicción perfecta, envidiable. Debían de habernos cobrado unos euros a los plumillas que asistimos. Un comediante de muchos quilates este personaje, de los que traspasan otra línea, la de los clásicos.

David Prowse, o sea, Darth Vader
Otra presencia importante en este circo escénico, en pantalla claro, fue la de David Prowse, el Darth Vader de verdad. El documental I´m your father resuelve muchas de las dudas que tenía la familia mundial galáctica, aunque se echa de menos las imágenes y secuencias que George Lucas y su séquito prohibieron a rajatabla y que dejan el esforzado trabajo de Toni Bestard (que estuvo en la sala para contarlo) a ras de serie B. El tipo, David Prowse, me recuerda a una especie de Don Limpio con carné de perdedor nato. Claro que yo no soy uno de esos cientos de miles de fans de la serie que coleccionan uñas de Chewbacca, o sea, que no tengo autorización legal para opinar de una cosa así.

The Reflektor Tapes
Y hablando de documentales tampoco es baladí el dedicado al grupo superpop de la vida, los canadienses Arcade Fire, una banda a la que personalmente considero supervalorada e inflada de urgencias pasionales. No es que se me haya pasado el arroz,  es que no he visto nada en ellos hasta ahora que me los diferencien de cualquier banda de éxito juvenil de los ochenta, no sé, Duran Duran, Spandau Ballet, Happy Mondays. Ojo, he dicho hasta ahora. Hasta éste formidable trabajo del director Kahlil Joseph. Una forma muy diferente de presentar lo que hubiera podido ser una plasta de documental al uso del grupo Joseph lo ha convertido en un ejercicio artístico y estético donde ha gobernado su intuición sobre la de sus consentidos protagonistas. Pero lo mejor está en el extraordinario descubrimiento del cabecilla Will Butler por los sonidos negrunos, los que presenta su mujer, Régine Chassagne, desde Haití e incorporarlos al resultado final de la grabación del disco. Muy interesante el giro que da la música de la banda a raíz de The Reflektor Tapes. Excelente su fusión con las imágenes de  Kahlil Joseph. Black Music, sólo se trataba de eso.
Natalia de Molina

Sí, Abycine trae cada año estos pormenores y visitas que lucen en una ciudad no excesivamente acostumbrada a presencias artísticas de renombre o de despegue, como la de la premiada Natalia de Molina, compañera a partir de ahora en la historia de los galardonados con el Premio Trayectoria Joven anteriormente, es decir, Raúl Arévalo, Carlos Areces, Elena Anaya, Jaume Balagueró, María Valverde o Ernesto Alterio.
Abycine es punto  de inflexión entre el otoño y el invierno en Albacete, nos trae a gente cultivada y a artistas ardientes como el poeta David Sarrión en Fractal, un duende de la palabra y el tiempo que juguetea con éste haciendo pausas suspendidas en el ambiente, delirantes, magníficas diría yo modestamente. Con el poeta otros personajes de la farándula que vienen y van como si estuvieran en el salón de tu casa: Isaki Lacuesta (Murieron por encima de sus posibilidades), AitorArenas (Banatu Firmak), el DJ Pau Roca, David Navarro (Fantasma) y las hermanas Soria, Cristina y Athen, actriz ya de relieve aquella, payasa sin ninguna frontera ésta, cercana, cálida, hasta fraternal diría yo por el amor que le tengo: Athen Soria es uno de los mayores ejemplos de humanismo artístico que yo haya conocido, y encima da consejos. En fin, es lo que tiene Abycine, que durante diez días no te deja pasar por casa. Y sin salir de Albacete. Qué bonito.  



15.5.15

El blues se apaga


Muere la estrella más influyente de la historia del blues: B.B.King



Consumido por su propia historia el blues comienza a dar sus definitivas sacudidas de muerte, sus primeros, aunque ya tarareados, signos de extinción. Con la muerte de B.B.King (89 años) en Las Vegas el género musical que sonorizó y dinamizó el siglo XX anuncia su defunción creativa para pasar a convertirse en epopeya legendaria utilizada por los actuales músicos (en su mayoría de raza blanca) como cierto signo de respeto a la historia y, porqué no decirlo también, como gancho de cierta distinción técnica. En ningún caso como música actual que reviente las emisoras radiofónicas ni los lugares comunes de encuentro entre jóvenes o maduros. Hace mucho tiempo, incluso desde el siglo XX, que los jóvenes negros sellaron el blues como música tradicional o folclórica prefiriendo nuevas formas como el rap, el hip-hop o la nueva electrónica musical

Blues Boy King cumplió todos los cánones para ser considerado por aficionados y músicos como el rey del blues. Nacido en el Delta del Missisipi, padeció todo lo que debe padecer una inminente estrella del blues: trabajo a destajo en las plantaciones algodoneras, drama familiar de madre fallecida a sus cuatro años, incorporación a los coros gospel de la iglesia del latifundio, huida a Memphis abandonando esposa y jornal por la búsqueda del santo grial guitarrístico (un Lonnie Johnson por nombrar una de sus obsesiones), una vuelta triunfal para recoger de nuevo a su esposa y pagar las deudas contraídas por la espantada, una extraordinaria colección de discos (más de treinta mil) que forjaría un absoluto compendio de técnicas y estilos y un tercer brazo adosado al cuerpo desde donde partirían las mayores exquisiteces que instrumento alguno pudiera comunicar y no sólo desde la influencia del blues sino también desde su apasionada admiración por Duke Ellington y hasta de Bennie Goodman (y por ende de Charlie Christian, su guitarrista ¡negro!), es decir del jazz más ortodoxo. King nunca fue, al menos yo nunca lo consideré, una extensión de contemporáneos dinamiteros como Muddy Waters, John Lee Hooker o Elmore James, B. B. King ha sido siempre fiel a la escuela limpia (valga la expresión), de estilo fluido, cosmopolita, de salón, como Lonnie Johnson o Blind Lemon Jefferson o el propio Charlie Christian, sus tutores quiméricos. Por eso gustaba tanto a los guitarristas blancos europeos como Eric Clapton, Gary Moore, Peter Green..., incluso a nuestro Raimundo Amador que encontró en el maestro del Delta la versión más lírica y dulce que compensara en escena su genuina pasión gitana.

"La cosecha me encantaba -decía B.B.King- Era hermoso vivir con las estaciones, abrir el suelo en el invierno helado, plantar las semillas contra el viento de la primavera y hacer la cosecha en el calor del verano. Hay poesía en eso,yo tenía la sensación de que pertenecía a un lugar y de que mi trabajo importaba" (La música del Delta del Mississipi, de Ted Gioia. Turner Noema 2008). Esa poesía la trasladó a la guitarra después de haber recorrido cien mil kilómetros detrás de una arado (según el propio King). Esa tierra se convirtió en música y ése tiempo transcurrido junto a ella con la cabeza flotando en el desahogo del viento en talento y virtuosismo. Una vez mas los contrastes brindaron un nuevo prodigio..., la interpretación de un millón de blues. Nada menos.



Lonnie Johnson presentado por Sonny Boy Williamson. Sus maestros.


17.3.15

CIFU para los amigos

Milestones by Miles Davis on Grooveshark

Muere inesperadamente una historia del jazz en España


Besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para todos... cómo si ése Milestones radiofónico lo oyéramos una vez más..., la radio tiene ése perfil mágico al que tarde o temprano terminas incorporando tu propia vida. La radio es una ventana de tu habitación, de tu estudio, cocina o retrete. Camina contigo y tu circunstancia.
La radio también es la música.
Y el jazz.
Y el Cifu, uno de esos agudos perfiles humanos que otorga la magia de la ensoñación.
Y tantas otras y otros profesionales. Pero hoy, trágicamente, el protagonismo le toca al Cifu: ¡qué tremenda golpiza!: Qué cruel es lo imprevisto cuando se trata de comprobar la muerte a palo seco.


Hay perfiles radiofónicos cuya influencia en tu entorno y rutina diaria es colateral, quiero decir que acompaña tus pasos allá donde vayas, sea a buscar una fotografía, un libro y no te digo ya (en el caso del Cifu) a encontrar aquel disco perdido de Lester Bowie. Se instala en tu espíritu cotidiano y te acompaña cuando haces la cama o friegas los platos..., le sonríes y compartes sus bromas, sus indecisiones memoristicas (Cifu tuvo pocas), su admiración por éste o aquel..., y le hablas, te sorprendes hablándole como si te estuviera colocando los vasos en el armario. Cifu, Juan Claudio Cifuentes bordaba ése perfil que yo tanto he admirado (y tratado de imitar, todo sea dicho) en la bendita radio.

Juan Claudio Cifuentes era el jazz en la radio y a mi me gusta mucho el jazz y no digamos la radio de la que he podido vivir profesionalmente durante veinte años. Juan Claudio Cifuentes, si hago cuentas, ha hecho bien, muy bien, su trabajo, ha vivido/disfrutado y doblado en el tiempo todo lo que personalmente puedo soñar para una próxima reencarnación a la que no tardo en enviar mi instancia y no digamos la suya...

Claro, es que el primer programa Jazz entre amigos fue en 1971 en la recordada y nunca bien ponderada emisora Popular FM de la calle Juan Bravo de Madrid, donde prácticamente se iniciaron todos los cerebros musicales del país. El mismo espacio radiofónico que condujo en Radio España, Antena 3, Cadena 100, TVE y finalmente en Radio Nacional; el mismo programa que ahora le echa de menos en un desconsuelo absoluto. Idéntico esquema que pasará a los anales de la radio como la radio fórmula perfecta: la que no dicta la industria y el negocio, la que sólo depende de ti, tu estado de ánimo (en Cifu siempre impecable) y tus conocimientos. Así 45 años.

Y además, y eso lo sabe quien lo haya conocido de cerca, está el entrañable personaje. Siempre cercano, educado y esgrimiendo una autoridad docente disimulada, aparente, consciente de que en la vida ninguno de nosotros llegaríamos a esgrimir o paginar siquiera su extraordinaria enciclopedia errante instalada en su muy poderosa memoria. De un humor decimonónico, su personalidad a veces recordaba costumbres ancestrales, como si eso le divirtiera especialmente. Sus conocimientos del género jazzístico superaba casi siempre a la de los propios músicos. Su presencia denotaba eso que muchos apreciamos en algunos grandes personajes y que distingue a las personas de bien, me refiero a los bien nacidos: clase, una clase transparente y ciertamente agradable.

Personalmente le traté bastante porque, al margen de mi coincidencia con él en algunas de las emisoras antes mencionadas, en un momento dado tuve claro que al recuperar en 2001 el festival de jazz en Albacete él y nadie más que él debía ser el presentador del mismo, lo que me dio la oportunidad a mí y a mi círculo más cercano de amistades de disfrutar de su presencia unos cuantos días al año al menos durante varias ediciones. Tampoco faltó nunca su felicitación navideña a la familia, para eso era tremendamente escrupuloso, extremadamente educado. Sí, en mi entorno todos le queríamos mucho. Maldita sea.

Ahora en el otoño patriarcal no paraba de recibir premios y reconocimientos, uno de los últimos un premio gordo el año pasado cuando fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2014, premio concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para distinguir a las personas y entidades que han destacado de modo eminente en el campo de la creación artística. Esas cosas suelen llegar cuando uno ha partido definitivamente a la gloria eterna o cuando ha entrado en una peligrosa espiral de salud, a modo de honores preparatorios para el gran viaje. Pues no. No era el caso del Cifu que seguía vivito y coleando muy bien dentro de su carcasa incombustible sonorizada de saxofones y contrabajos: "Mal asunto -esto de los premios-" se lo oyó decir mientras preparaba una dilatada diatriba sobre la noche en que Count Basie encontró a Oscar Peterson en la BBC londinense.

Sin embargo, una vez más, la guadaña no ha sabido respetar pianos ni juglares y acaba de mostrar su aspecto más lúgubre, más aciago. Y cruel. Se fue el Cifu. A mis años, aún sigo pensando que es imposible que sucedan estas cosas.
Besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para ti, maestro...

8.3.15

Los Clásicos Jóvenes del Son, ahora, hoy




Cantar en Llano

Ahora, que se presienten los picores de la nueva estación con esos almendros pintados de blanco. Ahora que el son avisa con jóvenes de hace veinte años que mantienen igualmente fresca la sonora pasajera de la hermana Cuba.

Hoy, que se escucha este canto del llano tan cercano a nosotros entre curvas y sabores, con la puerta medio abierta al mundo y las viejas espaldas mojadas del mejor ron...

Ahora, hoy, su guiño de viborilla nos alegra el día.

5.1.15

2015 Consigue tus metas, por Antonio Naharro


Ocurre cada año en este blog. Es como si recibiéramos la señal de un tiempo que ahora comienza. Como si alguien quisiera avisarnos de que algo interesante va a ocurrir en los próximos 365 días. Y nosotros, yo mismo, caigo todos los años en la trampa de creer que efectivamente algo va a pasar: Ése barrutaque de polvo y lodo que arrastrará consigo toda la caterva de embusteros y paranoicos que nos distraen cada día en los informativos; Esa sacudida estratosférica sintonizada en dos movimientos: uno-dos! que nos espabile para lo que llegue.

Y siempre es el mismo profeta, idéntico hechicero, quien realiza ese aviso de esperanza: Antonio Naharro, de profesión inventor de ilusiones, ilusionista vamos, además de director de cine, guionista, malabarista de estampas y pensamientos, atleta ortopédico, vidriero digital, animal de escena...,
y amigo sobre todo.



Gracias por los aromas one more time. Ahora me siento mejor Antonio. De este año no pasa.

Su repertorio anual en STONE:
Integra tu opuesto. 2014.
2013 Te deseamos la mejor SUERTE.
Por un 2012 lleno de cambios.

ANTONIO NAHARRO
Antonio Naharro (Albacete 1968) es actor, guionista y director. Con una amplia formación actoral, ha trabajado en cine, teatro, televisión y publicidad. Con el cortometraje Uno más, uno menos, fue ganador de numerosos premios internacionales y nominado al Goya 2002 al mejor cortometraje de ficción.Ha recibido premios en diversos festivales de todo el mundo por su actuación en Invulnerable (2004), dirigido por Álvaro Pastor.

En 2009, su película Yo También (co-dirigida con Álvaro Pastor) obtuvo la Concha de Plata del 57 Festival de Cine de San Sebastián a las mejores interpretaciones masculina (Pablo Pineda) y femenina (Lola Dueñas).