25.12.13

Mateo Charris, otro de los grandes, en STONE

"Ojalá que te vaya bonito", dice el artista de Cartago como deseo educado para afrontar un año, el 2014, francamente sospechoso. Con ello se une a los saludas que voy coleccionando de quienes van por delante en el mundo de las artes y la cultura, de quienes golpean los diques de la palurda arrogancia que nos rodea, de quienes únicamente nos podemos fiar en esta España que huele condenadamente a silencio.

Por eso, estas cosas las celebramos más y mejor que ningún otro año. "Que os vaya bonito a todos", añado por mi cuenta y por la de Charris, al que últimamente se le ve bastante por las piscinas. Qué tipo.



22.12.13

Un Señor llamado Antonio

Lo de Antonio, Antonio Naharro el cineasta, se ha convertido ya en una tradición. Cada final de año se rompe a trozos para estampar su pequeña obra de arte en las pantallas de los amigos. STONE se enorgullece de formar parte de su pequeño elenco escogido, por tercer año consecutivo; vaya, que ya lo estábamos esperando estos días.

Como siempre vuelve a partirnos el alma. Vuelve a escribir un libro en no más de 2 minutos y pico. Vuelve, que cojones, a hacer un peliculón que se engulle en un suspiro, un discurso al que se le aplaude desde la soledad del puto ordenador o del mismísimo Paseo de la Libertad, hoy, de nuevo dados los tiempos, Paseo de José Antonio.
Antonio, solemos decir, está en ese momento dulce que conceden las privaciones y el desparpajo del neofranquismo.
Antonio Naharro está en plan Señor.

2014 from carlos escolastico on Vimeo.

Fernando y las fiestas



Es Fernando López, dejando su impronta en un nuevo tablero ruinoso que reclamaba más consideración, un final más oneroso, el cumplido agasajo al abandono. Es Fernando López, el artista, que nos honra con sus buenos deseos estos días y lo hace como él sabe contarlo, con esta exquisita carantoña.

18.12.13

Heymoonshaker, la garganta profunda



Notable, mas que notable el alarde fonético de David Crowe, el cincuenta por ciento (no sé, yo le premiaría con bastante más) de Heymoonshaker, un dúo de artistas callejeros que dejarían en pañales a más de algún botafumeiro de esos que hay que tragarse por que sí, por que lo ordenan las prisas de los negocios y la falta de imaginación.

Resulta que Crowe y su pareja, Andrew Balcón, el verdadero dueño del copyright de Heymoonshaker, han grabado ya dos álbumes o así (en estos tiempos rapidillos definir un formato empieza a ser ya un problema) y además están considerados, con toda la razón, de lo mejorcito que ha dado Inglaterra o Nueva Zelanda (el grupo se formó allí) en la interpretación de eso que espectacular e internacionalmente ya está definido como Beatbox, o sea, agarrar un micrófono como si fueras a tragartelo y en vez de eso comenzar a emitir sonidos (con el micro en el gaznate) que tu ya has escuchado anteriormente como dios manda, vaya, en su ubicación original: un bombo, un charles, una caja, un scratched... un nubarrón de tormenta...

Es la música, que  reclama una vez más esa errática sumisión a los viejos códigos del pop.

14.12.13

Mazzy Star nunca se fueron

Los Discos del Año. Septiembre
Seasons of your day. Mazzy Star



Volver al redil con Hope Sandoval es como recuperar las cartas de un amor de juventud. Como fisgonear en viejos diarios. Puro delirio del acabóse, de la ruina de los años. Prefiero hacerlo con aquella belleza robada que le cantaba a Bernardo Bertolucci en Rhymes of an Hour con el careto de otra divinidad en la pantalla, Liv Tyler.  Bueno, no nos pongamos cuesta bajo, volver con semejante musa, Hope, es en cualquier caso gratificante, el doble si lo hace junto a  David Roback, su eterna pareja aunque hayan pasado diecisiete años sin darse un pico, que se sepa.

Curioso, aunque feliz este previsto reencuentro. En tanto tiempo, desde su tercer álbum, Among My Swan, han podido ocurrir muchas cosas en el mundo y en sus vidas, las suficientes para cambiar de tantos criterios, de tantos conceptos, de tanta percepción de las cosas... como por ejemplo... subirte a un escenario con Metallica siendo quien eres (yo me se de uno).
Pues no. Nada de esto ha ocurrido en Seasons of your day, su reciente trabajo juntos, de nuevo como Mazzy Star, la estrella que les vio sonreír..., ejem, he dicho sonreir, no nos vengamos ahora arriba con la emoción. Oyendo cada una de las nuevas canciones, empezando por esa bellísima, California, nadie podría decir que han estado tanto tiempo inactivos como dúo. Olvidados definitivamente sus comienzos como la típica banda psicodélica de la Costa Oeste americana, los registros, el sonido, la instrumentación, la voz de Sandoval, las acústicas de Roback,  son una continuación casi exacta de Among My Swan. Esto que a muchos les pueda parecer una reiteración inoportuna después de tantos años de silencio a mi me parece una bendición. Un regalo para mis destartalados oídos, un enroque con mis principios de paz, amor y necesidades palmatorias sin débitos a modernidades. Porque es que ante todo está la voz de Hope Sandoval, esa caricia sibilina que puede llevarte al mayor de los descontroles anímicos. Hope es como Maléfica, una reina para lo bueno y también para lo imprevisible.


                                                 Belleza Robada, de Bernardo Bertolucci. 1996

11.12.13

Joaquín Pascual Descacharrrado



Una pelicula descacharrada que está por ver, una canción descacharrada que puedes oír aquí, un disco descacharrado en la calle y en la red: La Frontera Scores, y toda una orquesta descacharrada que ya ha dado sus primeros conciertos. O sea, Joaquín Pascual y el Descacharre, sus deberes de 2013.

El nuevo trabajo es instrumental, todo instrumental y Joaquín vuelve a sus prácticas circenses, quiero decir a sus piruetas musicales sin tener en cuenta la red, en este caso la de la pista del circo. Apuesta sobre seguro porque se rodea de una orquesta real y sorprende sobre seguro también porque la imagen de los músicos roza lo irreal. En realidad viene a ser una continuación de lo que ofreció en el último Abycine, cuando homenajeó con un gusto exquisito la memoria de David Lynch.

Joaquín Pascual no utiliza enanos conocidos, a él sólo le crecen las ideas.

La Orquesta Descacharrada son:
Joaquín Pascual: guitarra, piano, vibráfono, órgano, sintetizadores, bajo y percusiones. Pacoloco: guitarras y órganos. Ángela Pascual: guitarras. Rafa Estrela: baterías y percusiones. Esteban Perles: baterías y percusiones. José María Castillo: sintetizadores. Muni Camón: coros Ana Galletero: violín José Manuel Badía: violín María Pilar Jiménez: violín Miguel Muñoz: violín Ana María López: violín Alina Voicu: viola Emiliano Avilés: viola Eva Badía: violonchelo Diego Rodríguez: violonchelo Carlos Almero: contrabajo Juan Luís Sáez: trompa Jesús López Espín: flauta.

1.12.13

John Berkhout, los nuevos sonidos del norte


La música a campo abierto



Una grata sorpresa, John Berkhout. Vascos, campestres (Oiartzun) y con un interesante bagaje de erudición musical adscrito a la doctrina coral norteamericana, sobre todo al par de discos que Fleet Foxes grabaron con Sub Pop hace un tiempo: el homónimo de 2008 y Helplessness Blues de 2011. Se los deben saber de memoria porque es que suenan iguales.
Ocurre que no es el caso sólo de John Berkhout o de los Foxes, en los últimos tiempos hay una pléyade de grupos gregorianos que llaman la atención por su excesivo barroquismo y por la obsesión exagerada, perfeccionista, de las armonías vocales con el inevitable toquecito revert de rigor. Me refiero a Bon Iver, excesivos, muy excesivos, casi padres franciscanos; Phosphorescent, en realidad Mateo Houck, como Kevin Parker con Tame Impala, dos adictos a las vocalizaciones sampleadas; Beach House, de Baltimore, un dúo que ya lleva cuatro entregas y que tambien pierden el culo por la afinación vocal..., lo curioso es que todos llegan de lugares donde antes este hecho no se había dado; estoy hablando de Seattle (Fleet Foxes), Baltimore, Sidney, Georgia y, claro, del País Vasco. Ninguno de California o San San Francisco que hubiera parecido más lógico. Los chicos de Berkhout al menos han roto aquí con el axioma del grupo rockero vasco brutote y rebeldón.

Y el caso es que ellos comenzaron dándole duro a las guitarras, pero después de replanteamientos y, me imagino, largas charlas y escuchas durante unos cuantos años (llevan juntos desde la adolescencia) llegaron a la conclusión de que la armonía músical y los efectos asilvestrados serían su DNI en el futuro. Dicen que también han escuchado a los Beatles y a Simon & Garfunkel, a Crosby, Stills & Nash, pero a mi eso me suena más a latiguillo de discográfica porque el reventón lo tienen claro con quienes ya he mencionado. Buen disco, buen debut con canciones y videos trabajados y con gusto. Me quedo con The Path, Cinematic, Short Necked Giraffe y en general con el deleite de escuchar algo tan purillo y bien condimentado. Mmm, todo un descubrimiento.

John Berkhout lo forman Ekain Perez (Guitarra acústica, Voz) Eneko Lusar (Guitarra) Mikel Alonso (Bajo) Ander Lizaso (Teclados, Clarinete, Saxo) e Iñigo Goñi (Batería, Percusiones)

29.11.13

La Luna, otra vez




Cuarto Creciente

El jueves, 5 de diciembre, se reinaugura el templo de la noche



Decíamos ayer... hace sólo 5 años... (publicado en STONE el 9 de noviembre de 2008):

Qué desazón. Qué tremenda soledad. La Luna, El Helecho, La Habana, Nashville... hasta si se aprieta: El Candil... el ocio de la ciudad de los últimos 30 años convertido en barro, piedra y cañizo con las Grubert y Macsa mordiendo los tabiques donde antes reposaban la Fania All Stars, Waylon Jennings, The Police y alguna vez Antoñita Peñuela. Haciendo las fotos he visto los rostros de Blas, Moncho y Pepe Moreno reflejados sobre el cómic de Corto Maltés plasmado por Ricardo Avendaño en aquel primitivo Café de La Luna; de Víctor y Tano partiéndose el culo con un chiste de viudas; de la Juanita convertida en Siouxsie sin Banshees; del Gitano, echándome un chubasquero en el fútbol por si llovía y de Carlos Arteaga suplicando por Juice Newton, la "Reina de corazones".
No hay polvo porque ha llovido, pero Ramiro, el de la grúa telescópica, no tiene piedad y machaca con infalible furia los muros. Hay cristales en el suelo de Anis del Mono y chapas de Coronita; le pregunto a Manolo, el que lleva la grúa giratoria, de dónde ha sacado la Weizenbier que se está aplicando. "Se la he robado a la memoria", dice el desaprensivo.

La calle Concepción con Gaona es ahora un espectáculo inmundo donde sólo lucen los recuerdos. Toda la calle, todo el chaflán es un lamento ahogado y halitósico.

(y ahora recupero la más rabiosa actualidad)

¿Todo?... ¡No!:
Un local donde hasta hace unos días pastaban cerdos jamoneros y burócratas de cartón piedra resiste todavía y siempre al horterismo panocho. Sus antiguos dueños han querido rescatar y perpetuar la leyenda y han luchado contra la barbarie del vacío y del pollo pera hasta reconquistar tan preciada y valiosa plaza, tan excepcional tesoro de la memoria: ¡el Café La Luna!.

Y la vida no es fácil para la pequeña tropa que se lanza a la aventura, ni lo ha sido para los que ostentaban el bendito espacio del “puekko” en la calle Concepción, personal que decide finalmente dimitir desencantado de buscar dehesas de ocasión en tiempos radicales. El dueño del local, el amo del sitio, del hueco,   Don Agripino Morataláz, sigue siendo el mismo propietario que cuando La Luna disfrutó de la gloria en aquellos recordados años 80 y 90 y como dice ahora Pablo Fernández Pigüi:  “Algo se haría bien en aquellos años porque cuando Pepe Moreno habló con Don Agripino, el mismo con el que contrató hace treinta y dos años,  enseguida se entusiasmó y le dijo que "para Pepe y La Luna lo que sea”. Ahí estamos.

La Luna en esencia
Juanita, aquel icono
Una gran noticia para la ciudad y, sobre todo, para la zona centro. Una recuperación de esplendorosas páginas del pasado con impetuosas e inevitables embestidas a aquel flashback populista que Cuerda inmortalizó en Amanece que no es poco, justo en aquellos años de oro de La Luna (algún miembro del bar tuvo, por cierto, un pequeño papel en la película) sin que los actuales dueños entre los que se encuentra, claro, Pepe Moreno, hayan cambiado un ápice la filosofía progresista de aquellos años:
“Como queremos ser los más modernos del mundo”, dice el Pigüi, “ya que La Luna siempre ha presumido de eso, le hemos dado vueltas de por donde pueden ir los bares modernos en la actualidad. El local es grande, con varias alturas, e invita al “multiuso”.  El horario (y la edad y la salud de algunos de nosotros) no permite hacer un bar puro de “la noche”. La idea de la librería surgió y enseguida nos gustó. Una librería dentro de un bar es un concepto raro pero en el que creemos”.

¡Una librería!. Estamos hablando de un multiespacio al estilo de las grandes ciudades europeas. Uno de esos lugares comunes donde se hojean libros de la Tashen o se venden ejemplares de David Foster-Wallace, mientras se escucha a Joshua Redman o Miguel Poveda y se paladea un buen bourbon. Donde la galería de arte puede tener un pequeño rincón para exponer, donde  se pueden comprar flores u objetos de autor como joyitas de porcelana y esas finuras...chocolatinas...

“Queremos hacer un bar que sirva tanto para tomar copas de noche mientras oyes buena música”, apostilla Pepe Moreno, “como de un espacio que dé más juego a otras horas. Nos ponemos a disposición de todo el que quiera organizar cualquier cosa. Presentaciones de libros, proyección de cortos, tertulias de todo tipo y todo lo que se nos ocurra, a nosotros y a todo el mundo”.

Bueno, es otra Luna, pero igual de moderna que aquella. Es la luna del nuevo siglo. La que nos trae el nuevo equipo comandado por Moreno, con Miguel Carbonell, Miguel Cerro "el Pozzí", Clara Cuenca, María Sánchez Toledo, Diego Dutra do Sousa y Gloria Isabel. La misma Luna que puede sorprender a los jóvenes con una música que les avise de los tiempos o con cualquier descubrimiento artístico (cine, revistas gráficas, libros), la Luna que repose al guerrero de las mil batallas libradas aunque algunas se perdieran (para eso siempre acude el blues).
“Un Café-Bar”, remata Pepe, “como los que ha habido toda la vida en cada barrio”.

Don Florentino García Tendero... el Tino, en plena faena lunera

Mientras Pepe Moreno me explica el diseño de la fachada que ha imaginado Pericacho, un grafitero de lujo que tenemos en Albacete, no me preguntéis “y tú de quien eres”, la imagen se me representa como una fantástica visión cósmica o los detalles de algunos rincones de la nueva estructura “a falta de algún trazo de Hugo Pratt”, le provoco, recordando la plica que selló para los anales Ricardo Avendaño en sus ahora recuperadas paredes; mientras abro bien los ojos para creerme el retorno del Jedi digo, dejo el flashback de Cuerda rodar sin limitaciones y suena como un trueno en mi memoria Psychedelic Furs y al tiempo dibujo sobre una percha las hombreras de Human League y los espectros fantasmagóticos de Lords of The New Church. Es la explosión de Albacete a la vida artística mundana, que sí tuvo lugar en los ochenta, tan anunciada en la radio su inminencia, aunque yo de tanto avisarla ni me di cuenta que ocurriera. Silvia TDT e Inés  Flores fueron algunas de aquellas musas luneras que solo con mirarlas ocurría algo. Como con la serena y espectacular sonrisa de María, a la que costaba pedirle un gin-tonic por no hacerle currar. Y hablando de copas, el Tino, que llegó como fontanero llamado a hacer una reparación y tiró las herramientas allí mismo para convertirse en camata ilustre por los años de los años.También la imponente presencia de Willy Villar, Oh no Will, aquella pose impagable al servicio del pop y de Los Hijos de Sánchez (contaba yo mismo en El Tesoro de Lodares.1993), donde también habitaba, Blas Belmonte, otro apóstol lunero al que la evocación en estos prolegómenos de regresos es inevitable. A Stiv Bators seguro que no le es ajeno esta nueva movida cósmica. Seguro que escondido tras algún pequeño satélite de satélite canturrea alguna vieja canción de los Dead Boys para celebrar el regreso mientras los Andicoberry, Pepe y Jesús, buscan desesperadamente la caja de sus truenos en la trastienda. Es la coral de los años que ahora nos tararea a todos nuestros gozos..., ya sin las sombras.

De izquierda a derecha: El Calvo, Perico de Teatro Líquido, Pepe Moreno y Willy Villar


Dejo para el final de esta llamada de atención para el próximo 5 de diciembre la fría estadística y el inminente turno de entrada y salida al nuevo templo:
La Luna se inauguró el 5 de diciembre de 1981. Hace 32 años.
Su nuevo horario será: de 12,30h del mediodía a 1, 30h de la madrugada diario, a 2,30h. Los fines de semana.
Como dijo el sabio, Todo es de color.

Luna Nueva

22.11.13

Andrea y los años


Joan Chamorro y su joven estrella Andrea Motis pasaron por Albacete.

- “Muchas gracias por venir, lo hemos pasado superbien”

Andrea Motis se despedía de esta manera tan chachipiruli del público albaceteño en el pasado Festival de Jazz de Albacete. No había sido en Imaginalia, ni se refería a un botellón en el Parque Lineal, ni a una pequeña fiesta de cumpleaños en el Embrujo de Granada. El mismo molde, Andrea, 18 años recién cumplidos y desde los 14 en los escenarios de medio mundo acababa de cantar en el Teatro Circo de Albacete por Sarah Vaughan y Nina Simone y recordado la trompeta de Chet Baker y los años de Johnny Hodges. Su maestro y mentor Joan Chamorro sonreía a su lado, satisfecho una vez más de su gran obra: la Sant Andreu Jazz Band, o de una parte muy importante de ella.

Sant Andreu Jazz Band, la fantástica aventura del jazz español



Y ése es verdaderamente el tema que me parece fantástico para abordar: la Sant Andreu Jazz Band, o como convertir a unos críos, supuestamente desorientados en la música  a la edad de 10 o 14 años, en verdaderos artistas de jazz. De jazz hemos dicho amigos, que no hemos dicho cualquier cosa.


Joan Chamorro lo cuenta: “El origen de todo es en 2006, cuando monté una escuela, con fondos municipales, para tocar, cantar y bailar jazz. Aparecen nueve chicos, inicialmente,  y empezamos a trabajar de una manera diferente a como lo suelen hacer las escuelas de música. Nosotros trabajamos de oído, utilizando también la memoria, buscando las fuentes del jazz como Johnny Hodges (Duke Ellington), Sidney Bechet, etc.,  Los chavales no los conocían entonces claro, se los fui “presentando” yo, como profesor y director. Ellos escogían y trabajaban esos sonidos”.

- “Yo no conocía nada de jazz, - interrumpe oportunamente Andrea Motis- pero pronto empezó a interesarme  y divertirme el dixieland. Bobby Hackett en la trompeta (Benny Goodman, Glenn Miller), por ejemplo. Joan me pasaba todo en MP3. En aquel combo de nueve disfrutábamos mucho con esos temas tan antiguos y tan divertidos, teníamos once o doce años y lo pasábamos bárbaro. Había un buen rollo entre nosotros. Recuerdo ir al Festival de Jóvenes Músicos de Tarrasa y triunfar. El grupo luego fue creciendo. Joan (Chamorro) sabe perfectamente a que chaval o chavala le puede gustar esta música y quien se va a motivar con ella. En realidad, para nosotros, tocar en publico ya era, ya es, un premio”.

Al principio, Chamorro incluía a los jóvenes compartiendo escenario con prestigiosos músicos del jazz catalán: Ignasi Terraza, el pianista, el saxofonista y hombre orquesta Richard Gili, Josep Traver, el guitarrista o el batería Esteve Pi; luego llegaría el reconocimiento hacia esa singular big band de chavales que poco a poco había montado. Empezaron a llegar los contratos, todo eran estímulos, motivaciones. Viajes, a Francia, Alemania.... Joan Chamorro había inventado la Sant Andreu Jazz Band, una banda que sigue alimentando la leyenda en cada concierto. En 2012, el director de cine Ramón Tort grabó el documental A film about kids and music sobre la Sant Andreu. Este documental ganó en agosto de 2013 el premio al mejor largometraje en el Festival de Cine de Austin (Texas, EE.UU.) y se ha podido ver recientemente en Albacete, dentro de la programación del festival de jazz.

A Joan Chamorro le entusiasma hablar de todos estos años: “Yo como músico de jazz me encanta todo lo que está pasando con los chavales. Siempre he querido bucear en esta música, conocer gente y gustos diferentes, que si Mingus, que si Coltrane, que si Parker, Gillespie... intentando no poner etiquetas y escuchar a Bix Beiderbecker y gente así. Eso que yo siento por la música intento trasladarlo a los alumnos. Es algo auténtico. Yo les digo:`esto es lo que hay chicos y vamos a trabajarlo. Si os va interesando cada vez os interesará más, porque esto es algo que os atrapará. Seguro´. Ahora no oyen otra música”.
La joven Andrea vuelve a intervenir: “Es cierto, yo me acuerdo que cuando empecé con el saxo, con once años, me encantaba el dixie, pero no el be-bop, oía  a Charlie Parker y no me decía nada todavía. Con lo maravilloso y divertido que era el dixieland, que podía tocar y hasta cantar... con el be-bop no podía hacer estas cosas. Ni tararearlo ni nada. Luego, a medida que iba conociendo el jazz, el bop me fue atrapando cada vez más. Descubrí que era interesante, que era diferente. Ahora no oigo otra cosa”
-”Es la propia evolución cronológica del jazz”, le digo, ¿Has llegado ya al free-jazz?.
-”Ja, ja", sonrie, "a Sonny Rollins aún no he llegado”.

Lógicamente, existe esa conexión directa con el resto de profesores y con los músicos que Andrea va conociendo. Gente que ha grabado con ella, gente importante que toca con ella y que igualmente están entusiasmados con ella. Una de esas experiencias fue nada menos que con Quincy Jones:
- “Tocamos en el Festival de Verano en Peralada”, cuenta sonriente, “Fue hace tres años (Andrea tendría entonces 15 años). Quincy Jones estaba invitado especialmente a tocar en el festival y hacerlo con algunos músicos españoles que él debía escoger, además de Esperanza Spalding, Lionel Loueke, Omar Bashir..., lo hacía en cada país que iba. Y nos escogió a Antonio Carmona y a mi. Canté cuatro temas y claro que llegué a hablar con él. Muy simpático, je, je, y un honor para mi”.
Scott Robinson es otro de esos grandes músicos que ha descubierto a la Motis. Ha sido importante para Joan Chamorro y lo será sin ninguna duda para Andrea. “Con Scott -dice Chamorro- existen muchos nexos de unión en los ensayos. Primero por instrumentista. El conoce todos los temas del repertorio de la big band y puede aportarle mucho a Andrea”. Chamorro no esconde su admiración por el saxofonista americano: “Él toca bebop, hard-bop... milita en la María Schneider, una de las big bands más importantes del mundo... a nivel de músicos y de conceptos... Se monta un trío o cuarteto y te toca free- jazz, lo hace todo de una manera auténtica y natural. Yo veo que, para mi, esa es la idea, la verdadera esencia de un músico de jazz y así quiero yo educar a los chavales. Que vean el jazz como un música abierta y que la interpreten como tal: ahora dixieland, ahora bop, swing... ellos ya tendrán su propio lenguaje y crearan su propio estilo. Ese es uno de los grandes objetivos de la Sant Andreu Jazz. Hay que ser muy coherente con todo esto. Muy exigente”.

Joan Chamorro lo que quiere es transmitir a los chicos ilusión y trabajo, sostiene que a partir de ahí todo llegará rodado. Nunca les ha dado plazos ni planteado exámenes parciales. No. Todo se ejecuta al momento. “Como mucho una semana de plazo para que me traigan una melodía interpretada” afirma concluyente: “¿Te gusta esto?, ¿te gusta lo otro?, así hasta que el chaval en cuestión escoge su propio ejercicio. Ésa es la dinámica que yo creo es la mejor manera de enseñar un lenguaje tan complicado como puede ser el del jazz”.
Comenta que cuando trabajas con niños, a partir de siete, ocho o nueve años, los chavales potencian su creatividad, potencian sus capacidades. Chamorro no deja de sorprenderse cada día cómo realmente están tocando. Ellos lo saben. Se dan cuenta de su propia evolución.
El secreto puede ser que los chicas y los chicos aprenden a tocar el instrumento con pautas de jazz. Siempre se ha dicho que cuando aprendes a tocar música, a conocer el instrumento, entonces puedes tocar jazz. “Nosotros lo hemos hecho al revés”, afirma orgulloso Joan: “Podemos aprender a tocar jazz desde el principio, no hace falta saber todas las escalas, todos los aspectos técnicos para poder hacer jazz. Esa es la idea. Tu coges unos niños les enseñas apasionadamente a escuchar, tocar, este tipo de música  y si consigues engancharlos los niños te responden. No hay que pensar que son unos genios por tocar la música que tocan.

Joan Chamorro & Andrea Motis en el Festival de Jazz de Albacete

- “Tenemos que hacer la lista de las canciones que vamos a tocar”, se interrumpe de pronto Joan. Falta un par de horas para el concierto de Albacete.
-“Manhá de Carnaval... Sarah Vaughan...” apunta Andrea
- “Fenómeno, haz tu misma la lista de hoy” resuelve Chamorro
- “Feelin Good, de Nina Simone, propongo yo, que ya había escuchado y visto una formidable versión de Andrea Motis en You Tube.
- “Ay sí, vale. La tocaremos para tí”, dice complacida Andrea.



La actuación del quinteto que nos trajo a la joven estrella del jazz tuvo la corrección que se le supone a una banda que toca cada mes en el Jamboree de la Rambla y que es la base de todo el sonido de la propia Sant Andréu Jazz Band: Josep Traver, Esteve Pi, Ignasi Terraza, Joan Chamorro y la niña-mujer Andrea Motis a la voz, el saxo alto y la trompeta. Temas standars del jazz escogidos por la propia paleta artesanal de la joven diva: My favourite things, en una versión desconocida y magnífica de Andrea o la excursión brasileña en Corcovado o Manhá de Carnaval que tanto gustan a la no ya tan niña. Destacó sobremanera el pianista Ignasi Terraza, soberbio y estilista con finos apuntes cuando la ocasión lo requería, el toque Mehldau paseándose en escena mientras Joan Chamorro, a su vez, perseguía el lucimiento al saxo con Andrea jugando al susurro. Sonaron así Chet Baker, Johnny Hodges y hasta Amy Winehouse en el colmo de la locura modernista. Todo muy personal, hasta si me aprietas íntimo. Una noche en el Jamboree, vamos.


En la actualidad, Andrea Motis ha decidido vivir estos momentos. Tocar y estudiar. Tocar mucho: “Intento abrirme en estilos no explorados”, dice, “eso es lo que me tiene atrapada en este momento. Entender la música que me gusta y que no domino ni puedo tocar. Me interesa mejorar en esos aspectos”. Andrea comenzó a cantar bastante después de iniciarse en la Sant Andreu. Comenzó con el saxo y la trompeta: “El hecho de que cante con los códigos del jazz, el swing, el soul, es que antes he aprendido a tocar unos instrumentos, el saxo, la trompeta, que me han ayudado luego a poder hacer las mismas modulaciones con la voz. Una vez que escuchas muchos discos, que interpretas instrumentalmente muchos temas, lo de la voz es más sencillo, más comprensible”.
El caso es que Andrea canta muy bien y además con cierta personalidad. Se gusta cantando y se adorna (lo hace mucho en las baladas), aunque, para mi gusto, aún le queda ese poso de sabiduría que sólo conceden los años. El que te lleva a dramatizar una nota, a tensar las pulsaciones, a montar la bronca. A Andrea, como demostró en el Teatro Circo de Albacete, ya solo le falta... el tiempo.


Andrea Motis, Joan Chamorro, acompañados del grupo que vino a Albacete, la Sant Andreu Jazz Band y la colaboración especial del saxofonista americano Scott Robinson. Interpretan Feelin Good.

Fotos: Paco Polope (directo) y JAF (backstage)
Entrevista realizada el 14 de noviembre de 2013 en el Teatro Circo de Albacete

18.11.13

Desde aquellos comienzos...




Los de aquellos teclados que nadie supo identificar en su momento: eran flautas silvestres? eran vibratos de vena de tejón?, wha-whas trucados?... oboes de triple lengueta?... Qué era aquello que sonaba en Lucky Man (1970) de EL&P?... una guitarra y su pedalera robada a Jimi Hendrix en las pruebas de sonido de Wight?
No, era un Moog, un sintetizador diseñado por el ingeniero electrónico Robert Moog. Eso era lo que sonaba en aquellos primeros discos del trío Emerson (The Nice), Lake (King Crimson) & Palmer (Atomic Rooster). Un armario repleto de circuitos cableados a la usanza de las viejas centralitas telefónicas. Keith Emerson lo manejaba con gran prestancia y cierto exceso de protagonismo y originalidad sobreactuada.
El propio Greg Lake, ahora en la vejez, lo recuerda, algo más discreto, en From the beginning, uno de sus temazos del 72


8.11.13

Ladies & Gentlemen, flotemos en el espacio



Ahora que el tiempo lo permite. Que todo, la vida,  procura ser natural... flotemos en el espacio.
Siempre recuerdo a Jim Spaceman (Spiritualized) en estos menesteres a los que uno se agarra queriendo evitar desparrames.
Es igual. Con él y sus terapias también acaba uno desperdigado en peripecias.

4.11.13

Algo pasa con Lou

Vicious by Lou Reed on Grooveshark




Hace más de una semana que murió Lou Reed y no ha ocurrido nada especial que indique que estamos en la era post-Lou. Tampoco supimos que había ocurrido nada respecto a Lou los días anteriores. Lo último que sabíamos de él era que había hecho un disco con Metallica, anda qué...,  y que preparaba otra exposición fotográfica, su última gran pasión. Laurie Anderson, su abnegada mujer, gastó sus últimos cartuchos de misticismo conyugal propinándole una sobredosis de tai chi fuera de los circuitos hospitalarios del Mount Sinai neoyorquino tan fríos y desagradables. Se lo llevó a su casa de los Hampton, en Long Island (allí solo viven artistas ricos, viejas glorias ricas y empresarios ricos, Kennedys y gente así) y lo preparó para la traca final. Laurie Oh Superman Anderson, es una de esas luciérnagas libres capaces de lo imposible en el mundo de las artes audiovisuales. Laurie dice que Lou murió haciendo tai chi, “mirando a los árboles y haciendo la famosa postura 21 de tai chi con solo sus manos de músico moviéndose por el aire”. No me lo creo; pero si ése es el epilogo escogido para quien ha caminado tantas veces por el lado más salvaje de la vida bienvenido sea el silencio, que uno ya va siendo mayor y empieza a ver estas cosas como algo natural.

Yo llevaba unido a este hombre desde que mis primeros colmillos aprendieron a morder, a triturar, a veces a paladear, mi propia historia. Sí, desde que Andy Warhol le reservó un cuchitril en The Factory,  junto a John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker, pasados ya aquellos primeros meses de Primitives, Warlocks, etc, tiempos que no llegué a conocer hasta que, como ahora, tuve que escribir algo sobre sus ancestros. Desde entonces he (hemos) estado pendiente de él siempre que ha sido necesario, incluso cuando dejó a la Velvet y volvió a los trabajos manuales de fresador o carpintero, antes del rescate Bowie, antes de la edición de Transformer. Me ocurre con Lou Reed (menos, con sus otros compañeros de Velvet Underground), pero también me ocurre con Keith Richards, Eric Burdon, Ray Davies, Stevie Winwood, Eric Clapton, Neil Young, Stephen Stills, David Jones, perdón, Bowie, etc., etc., etc., y no digamos ya con Bob Dylan, al que ahora recuerdo en la portada de la revista española Fans (yo con trece años) con un camisón negro de flores y luciendo esplendoroso su pelo Harpo, engafado de sol, saliendo de un avión en Heathrow y presto a montarla en Europa (luego lo vería así mil veces en el formidable documental de Pennebaker, Don´t look back). Pasaba minutos, minutos ¿eh?, mirando esa portada a falta de más información visual sobre mi ya entonces ídolo de juventud.
Pasaba minutos mirando a Dylan, mirando a Reed... Esta gente han sido compañeros de viaje durante toda nuestra santa vida. Hemos estado pendiente de sus exitos, sus neuras, sus lecturas, sus caídas en picado, sus resurrecciones, sus películas, sus álbumes piratas, sus conciertos en España...
Mira, ahora me acuerdo:
¡Lou Reed estuvo a punto de venir a Albacete en mayo de 2006!. Lo tuve engatillado cuando trabajé en el Teatro Circo. Su agencia española me vendió la moto de que Reed iba a dar unos pocos conciertos en España y el caché era bastante asequible (venía en trío). Sólo había un problema, Lou Reed no quería carreteras ni trenes (¿a ver porqué?). Les envié fotos del Teatro, les abrí toda clase de comodidades, todo  para que a Lou no le faltara de nada en Albacete ni en La Roda y, esto es lo mejor, conseguí que una entidad financiera local me pagara el avión (eran otros tiempos) que lo trasladara desde Oporto, donde sería el concierto anterior, hasta el fastuoso aeropuerto de Los Llanos en  Albacete, a sabiendas de que ese día no iba a encontrar overbooking de aparatos en su pista principal de aterrizaje. Bien, pues ni por esas. Lou se puso burrote con su manager, con su oficina española y dejó bien sentado que en España sólo actuaría en Madrid y San Sebastián en esa gira. Ni una palabra sobre Albacete, el muy jodido...
No, nunca se lo tuve en cuenta y eso que juré que si lo traía a Albacete ya me podía retirar del Teatro Circo.
Ahora los dos andamos entretenidos en otras cosas menos terrenales.




1.11.13

El doctor Paolo Conte


Los Discos del Año 2013. Octubre
PAOLO CONTE. The Best 




Trampa. Este disco, lo sabe cualquiera que conozca la biografía y discografía de Paolo Conte, no ha salido ni mucho menos este año, ni el pasado ni el anterior. Este es un disco de primeros auxilios. Este disco vale para toda la vida, aunque tiene su origen recopilatorio en 1986 (lo reeditaron otra vez en 1998).
Si, ya se que hay muchos discos que valen para toda la vida. Muchas mañanas me despierto con el Filmore East de Allman Brothers Band del 71 o con el Aftermatch del 66, pero algunas veces ocurre que, sin explicación alguna y desde luego sin avisar, te viene un médico de urgencias (Paolo Conte) y te aplica un electroshock compulsivo con perdida aditiva del tejido adiposo subcutáneo que te deja como unas vidas mías. Ése es el caso de este maravilloso recopilatorio terapéutico.

La canción dedicada a Gino Bartali, el ciclista, es épica; bueno, ejem, todas sus canciones son épicas. Paolo Conte tiene esa exquisita habilidad ajena a los humanos comunes, que con sólo mirarte y abrir la boca sabes que te va a decir y explicar algo elegante, agradable, profundo..., aunque sea un guiño doméstico, una anécdota vecinal, un cuernacuentos...

se quedó allí con su sonrisa 
mirando pasar el tranvía, 
antigua pista de elefantes 
estirada sobre el asfalto

A mi, su empaque en escena me recuerda algo el de Count Basie, ésa estatua inmóvil pegada al piano que parece puede desintegrase al levantarse y que dice tanto con sus manos como con sus gestos y miradas, como con sus cuerdas vocales (Conte, no Basie).
Sí, definitivamente este disco es jazz gestual, íntimo, de entre colegas..., de los que te arreglan la vida. Por eso quise escucharle en octubre.


2.9.13

El último vuelo de Flash Gordon

Oleo by Miles Davis Quintet on Grooveshark

Fallece en Palma de Mallorca el artista Ellis Jacobson, uno de los nuestros

No, para hablar de Ellis Jacobson no hay que referirse obligatoriamente al artista, a su obra vista en medio mundo, a su influencia decisiva en la figuración y abstracción balear. Para hablar de Jacobson hay que hablar de la vida y como enfrentarse a ella partiendo del modesto taller de luces de neón de su padre. Nacido en San Diego (al sur de California, cerca de la frontera de Estados Unidos con México) en 1925, Ellis, en principio, sólo quiso vivir la vida intensamente desde una perspectiva artística y establecerse en Nueva York, como mandan los cánones de un extraordinario dibujante, cosa que nunca pudo conseguir por las caprichosas transformaciones que regala el destino. Hasta que esas mismas confrontaciones le llevarían a Europa, primero París, Roma, luego Génova, donde asentó por primera vez su taller de inventor de colores y espacios hasta llegar a un pequeño rincón de la isla de Mallorca, La Bonanova , en 1964, y quedarse allí para siempre. Bueno allí y en Alpera (Albacete), unos años después, donde pasaría muchos veranos contemplando extasiado los abrumadores atardeceres de la estepa. “Woaw!!!” se le oía decir entre amigos. Un heterodoxo como él, que había estudiado y admirado a todos los grandes, desde Picasso hasta sus amados Georges Braque y Paul Cézanne y que había experimentado en infinidad de ocasiones el placer del viaje gustó siempre de rodearse de lo más cercano y sencillo: el amigo y la charla. Para eso, Alpera, Albacete, fueron suficientes.

Es posible que fuera verdad que la auténtica vocación de Ellis Jacobson fuera el cine, hacer cine, rodar y crear películas, herencia directa de su natural inclinación al mundo del cómic ("Cada persona tiene algo, un talento. Es un don de nacimiento", solía decir) y más concretamente a su héroe visceral: Flash Gordon o a su creador Alex Raymond . Como aquello le sonara a viaje largo y pantanoso decidió practicar profundamente su especialidad, el dibujo, y acabó entre caballetes y entre verdaderos especialistas que cambiaron sus tendencias, Fred Hocks y Donald Graham, sus maestros tutores.
El ciclo de la vida es, vuelvo a mencionarlo, caprichoso. Gracias a su apasionada dedicación al mundo del arte, las formas, los colores y definitivamente la abstracción, pudimos conocer a este tipo bueno, generoso, solidario y gran amante del jazz que un venturoso día dio con su sabiduría y su inseparable gorra de visera entre nosotros. Participar de nuestras ilusiones (el cartel de Jazzalbacete 2005) y nuestro peculiar clan de la legumbre: “"Mucha gente no se cree que somos nosotros los que creamos nuestra propia realidad. La gente no acepta que no existen los accidentes, no existen las coincidencias, no existe el azar. pero es así. Somos nosotros quienes escogemos nuestra muerte, nosotros mismos construimos nuestro destino" declaraciones de Ellis a la crítica de arte Carme Castells en octubre de 2004.


Ellis Jacobson ha fallecido hace unos días en su casa de La Bonanova (Mallorca), a la edad de 88 años, en una muerte escogida, puede ser, pero no me digáis que, en mi modesta opinión,  no fuera una feliz coincidencia que, con lo grande que es el mundo, pudiéramos haber tenido unos cuantos lugareños del páramo albaceteño la oportunidad de conocerle y tratarle como lo que siempre fue, un gran amigo.







1.9.13

Tame Impala, el delirio psicodélico de Kevin Parker


Los Discos del Año 2013. Agosto
TAME IMPALA. Lonerism



Este es un disco a deshoras. Marciano. Inesperado. De ahí su punto sorprendente y en cierto modo agradable. Cuarenta años después, Lonerism es como si oyeras ahora la continuación de canciones muy conocidas del universo beatle como I am the walrus... All you need is love... Hello goodbye...  Strawberry fields forever... Tomorrow never knows..., ya sabes, como si nunca hubieran acabado esas canciones y siguieran con aquellos folloncillos que se perdían en las ondas mientras George Martin o Geoff Emerick, vete tu  a saber quien, iban descendiendo el volumen general de la grabación (en un cuatro pistas, aún no puedo creerlo) hasta su desaparición total. Pues eso: como si no se hubieran acabado las canciones definitivamente y Kevin Parker, líder absoluto y, prácticamente único de Tame Impala, hubiera estado allí, de no haber nacido en 1986 y en Sidney, no en Liverpool o Londres, para continuarlas, para continuar la juerga.

Kevin Parker, el principal y único responsable de Tame Impala es de esos artistas que no cayeron en una marmita de ácido lisérgico accidentalmente, él se lanzó a una piscina repleta del elemento vaporoso adornándose con un doble mortal y recreándose inmediatamente después con un ponche del mismo liquido, levantando su copa por The Beatles. O por Badfinger, aquella banda que se sacó de la manga George Harrison o por The Move, Jefferson Airplane, Blue Cher...: o sea, el perfecto manual del psicodélico. O es cierto que me asaltan las neuronas más reaccionarias o es que (y esta excusa me gusta más) el pasado interesante siempre será posible.

Lonerism, para los matracas como yo, siempre será un disco divertido y, en cierto modo, original, aunque solo sea por lo que ya he contado. Viene precedido de otro “viejo” manual como Innerspeaker (2010), el primer gran pelotazo, aviso, del niño australiano y, todo no iba a ser perfecto, como éste, abusa de imprimir en demasía aquellas atmósferas frikis hasta, como decía mi madre, “ponerte la cabeza como un bombo”. Aún así, temas como Mind Mischief o  Feels like we only go backwards, justifican sobradamente la escucha o la esquizofrenia persecutoria del autor, así como hemos justificado más de una vez la obra reciente de Animal Collective y otras yerbas.


1.7.13

El otro autorretrato de Bob Dylan

Los Discos del Año 2013. Junio
BOB DYLAN. Another Self Portrait



Con estos autorretratos de Bob Dylan tengo una pequeña deuda con la historia. El primero, el llamado Self Portrait del 70, fue calificado en su día algo así como una estafa del cantante, una tomadura de pelo o un brindis al sol, o sea como diciendo "ya soy suficientemente famoso, a mi me la pela todo" o "ahora voy a cantar lo que me salga de los cojones"... Bueno, todos los críticos de entonces pusieron el disco a parir..., mal grabado, mal producido, desmotivado, fuera de inspiración... y el reputado y poco menos que sumo pontífice de la crítica musical americana, Greil Marcus, un dylaniano convencido y autor del magistral escrito Mistery Train, llegó a titular su crónica sobre el álbum "¿Qué es esta mierda?".

El caso es que a mi, otro dylaniano convencido aunque entonces en la edad del pavo, me encantó. Adoré ése disco. Me pareció una vuelta de tuerca genial del cantante (insisto eran mis años trascendentes). Me habían vuelto loco John Wesley Harding (1967) y Nashville Skyline (1969), sus inmediatos antecedentes y en aquel gran tumulto del inicio de la nueva década, con la Luna recién descubierta y Jimi Hendrix y Frank Zappa en todo lo suyo oírle cantar The Boxer, de Simon & Garfunkel, el standard Blue Moon o el Let it be me, de Gilbert Becaud me emocionó, por la originalidad de hacer algo que nunca había hecho antes (había instrumentales corales como Wigwam o la delicatessen All the tired horses)  y sobre todo por esa impostura de voz heredada de Nashville Skyline, que luego me enteré que había confesado forzarla él mismo para parecer un cantante extraño y diferente. Lo dije, lo digo y lo mantendré hasta que palme: Self Portrait, incluido el bodrio artístico de la portada realizado por el propio Dylan, fue un disco formidable, propio de una genialidad gratuita del artista de rock más grande de la historia.

Y éste Another Self Portrait es otro disco soberbio, porque es el mismo de 1970 pero ampliado a más tomas (incluye algunas de New Morning, que salió el mismo año que el original).

Leo ahora que Greil Marcus ha rectificado estos días aquella vieja crónica de antaño. Ahora sí le gusta a mi amigo. Fíjate.


28.6.13

José Luis Serzo y Blinky Rotred, la pareja perfecta


El artista albaceteño planea estos días su exilio a Nueva York

No son buenos tiempos para la cultura en España. Todos los artistas nacionales andan preocupados por la falta de atención, motivación, estímulos o alicientes que provocan las zancadillas que van encontrando cada vez que avistan nuevos proyectos. Bien, en tiempos de crisis, de desinterés coyuntural, de indiferencias institucionales, la imaginación suele dispararse y romper en vuelo y en eso un personaje como Blinky Rotred está suficientemente cuajado y experimentado. Blinky es un especialista en lo inverosímil. Su creador, el albaceteño José Luis Serzo, ha debido de tener una larga conversación con él y ambos han llegado a su enésimo acuerdo: pulsemos los cielos, abramos puertas y pasadores y saludemos lo improbable.

De momento, José Luis Serzo disfruta estos días de una presencia real en una de sus quimeras, la Revista de Occidente, por la cual han pasado todos los grandes nombres del arte contemporáneo español. En sus páginas del mes de junio figura la serie de Serzo Jugando con Fuego, donde Blinky Rotred, una vez más, acaricia la posesión de la obra inmortal imaginada partiendo de un burdo dibujo sobre William Turner dispuesto a pintar con una fregona un lienzo sobre un caballete. Blinky Rotred en esencia. José Luis Serzo ha entrado definitivamente en la historia de la prestigiosa publicación.


Por otro lado, Serzo continúa preparando estos días una importante muestra de su última serie Los Señores del Bosque, para la galería Moproo de Shanghai, que se inaugura en septiembre. El mismo mes velará la exposición On Painting, sobre pintura internacional contemporánea que comisaria Omar Pascual Castillo, y que se ha podido ver en el CAAM de las Palmas, pero que en su segunda muestra en el CEART de Fuenlabrada incluirá obras del artista ibañés. En octubre volverá a exponer en la galería Siboney de Madrid, y para el año 2014 ya tiene concertadas muestras individuales en Las Cigarreras de Alicante, el citado CEART (Centro de Arte Tomas y Valiente) y en el Museo ABC de Madrid. También hay un nuevo proyecto editorial que quiere arrancar con una pequeña monografía de José Luis Serzo para poder presentarla en ARCO del año que viene. Volar, para Blinky no cuesta nada.

PS1 en Queens
Pero la verdadera confrontación de estos duendes fantásticos, Blinky/Serzo, tendrá lugar los próximos meses. Resulta que José Luis Serzo ha viajado recientemente a Nueva York donde se encontró con el pintor de los caretos circunspectos, José Manuel Círia. El reconocido artista internacional exponía esos días en el MoMa: “Círia es un pintor español muy discutido por estos lares, pero tiene una gran proyección en Nueva York. Nos vinculaba Carlos Delgado Mayordomo, un comisario que ha trabajado para los dos, y éste le habló de mi obra”, cuenta un Serzo ilusionado, que aprovechó el viaje para presentar esos días en la Galería Local Project, muy cerca del PS1 (Queens), su vídeo El Gran Narrador, en una muestra de videoarte llamada Third Under the Subway Videoart Night". La amistad de Ciria y Serzo había propiciado la contemplación de la obra del albaceteño por parte del artista (nacido en Manchester, pero de padres españoles) que quedó fuertemente impresionado. “Cuando fue a mi estudio le maravilló todo lo que vio en aquella ratonera, me pidió fotos para que se las mandara y así podría presentarlas en sociedad. Me compró dos cuadros para que pudiera costearme un buen viaje a la Gran Manzana...”, recuerda Serzo. José Manuel Ciria instó a Serzo a establecerse como otro nuyorican más en el Teatro de los Sueños y al artista albaceteño le volaron todas las utopías: “Nos caímos muy bien, me dijo lo que todos sabemos ya, que España está muy mal y aquí no se me iba a reconocer lo suficiente, etc., En Nueva York he vivido una película y creo que es un sitio imprescindible para cualquier tipo de creador o alguien con una mínima ambición profesional. Mi plan es poder irme un tiempo allí, pero tengo que pensarlo todo muy bien por las dificultades, incluso afectivas, que conlleva”.

Se publicó el 18 de agosto en http://diarioab.wordpress.com/category/opinion/

18.6.13

Teatro de Malta, un Premio Max en las letrinas


La administración popular clava su aguijón envenenado a la escena regional

Pepe Moreno y el reposo del Premio Max
La imagen del premio Max al Mejor Espectáculo Infantil de Teatro 2013 sobre un urinario del Matadero de Madrid, la noche del pasado 13 de mayo, simbolizaba todo el esplendor de una desgarradora metáfora nacional sufrida este último año por todos los cómicos de nuestro país. Pepe Moreno, escenógrafo de la compañía Teatro de Malta, había hecho reposar la manzana de la gloria en la parte superior del excusado varonil mientras expulsaba toda la emoción contenida en aquella histórica velada. El Premio Max en su escenario natural. El teatro independiente a pie de tratamiento. La dignidad vocacional echando leches.

La obra premiada, Alegría, palabras de Gloria Fuertes, sitúa en escena al payaso clásico jugando caprichosamente con la verborrea incontenible de una poetisa inolvidable, Gloria Fuertes: Una venturosa mutación de niña-mujer-niña. Como dice la directora de la compañía Marta Torres a hoja de programa: “el clown vive en un mundo que no comprende, como Gloria Fuertes”. Ni el Teatro de Malta, ni los que queremos el teatro comprendemos la brutalidad de la pesada carga del 21% de IVA a la que han sido sometidos todos los cómicos de este país. “El clown se sobrepone a cualquier fracaso, como Gloria Fuertes”. En estas circunstancias y sin apoyo de la administración regional la compañía Teatro de Malta se sobrepone a cualquier desguace o desaparición ganando el máximo galardón nacional al que cualquier cómico puede aspirar;  “El clown es capaz de tornar en alegría ajena la propia tristeza, el clown es tan generoso como la poesía de Gloria”. Otra vez la maldita metáfora de Pepe Moreno en rigurosa actualidad: la manzana en el urinario.

Marta Torres recibe el premio
El IVA está asfixiando a muchas de las compañías independientes de este país, pero en la región, en Castilla-La Mancha, la situación para algunas de nuestras compañías que llevan muchos años en escena es absolutamente insostenible por falta de subvenciones.  Después de veinte años de ayudas a las empresas de teatro, este año no es que haya habido un recorte del diez o el doce por ciento, es que ha sido del cien por cien. La situación es crítica porque antes las producciones partían con una ayuda de un treinta por ciento, una cantidad que ya no tenían que amortizar. Eso hacía que el precio del espectáculo bajase. Si no existe esa ayuda, tendrían que añadir esa cantidad no cobrada al precio final de la producción, que sería más alto. Con lo cual dejan de ser competitivas. Eso sólo ha ocurrido en Castilla-La Mancha. Así que las compañías de la región están en inferioridad respecto al resto de compañías nacionales. Sus representaciones son más caras.

Todos los premios Max del año 2013

Después de obtener el premio Max, la compañía Teatro de Malta trabaja estos días para el grupo Smedia, la principal empresa privada que gestiona teatros en Madrid y también una de las principales de España, con una trayectoria de prolongado e intenso trabajo dedicado a la producción, realización y distribución de obras de teatro y espectáculos de primer nivel. Con escenografía de Pepe Moreno y el  guión y dirección de Marta Torres preparan la obra  La Esmeralda de Kapurthala que se representará durante todo el verano en... el Teatro Galileo de Madrid.  La presidenta de nuestros concejos, sí, la señora de la mantilla en el Corpus, podrá descansar tranquila en su retrete, al menos en lo que respecta a esta premiada compañía albaceteña.

Publicado el 16 de junio en http://diarioab.wordpress.com/category/opinion/

14.6.13

Rokia Traoré, acercarse a África

Los Discos del Año. Abril
Beautiful África. Rokia Traoré.



África siempre será diferente. Tan alejada de nuestras cuitas occidentales, tan remota de nuestra cultura del "ya estás tardando", tan reposada en el análisis, tan ardiente en su música y sin embargo tan, a veces, contradictoria: En África, en Mali, un diplomático ya es un noble ciudadano y a la familia de los nobles africanos les tienen prohibido dedicarse a la música. Rokia Traoré es hija de diplomático maliense lo que le acercaría al gran músico universal Ali Farka Touré, una justificación más que sobrada para saltarse prohibiciones y dimes y diretes. Es como relacionarse con la madre de todas las músicas, la de la Madre África, pero también, quizá por la propia influencia de Ali Farka, a todas las músicas occidentales. Encima, Rokia pertenece a la etnia bambara, la de los músicos profesionales de Mali, por tanto va sobrada de inspiración natural y de integridad global.

Por eso suena tan exquisitamente cercana en éste su último trabajo, Beautiful África, rodeada de músicos africanos e... ingleses. El guitarrista John Parish es el productor de la obra (PJ Harvey y Tracy Chapman) y a Rokia ("Soy una africo-progresista") le brota toda la influencia rockera de su infancia mundana. Suena Mali, el 'N'goni', pero suena Inglaterra, Francia en las letras. Es como acercarse a África a través de cierto crédito de Occidente. Cercano. Absolutamente más cercano que la música de los bambara. Y es puro deleite.

6.6.13

Next Collective: La Nueva Cruzada

Los Discos del Año. Marzo
Covert Art. Next Collective



La nueva tropa del jazz ataca sin contemplaciones: Se reúne un grupo de cerebritos, toman unas pócimas tradicionales, frutas del tiempo (D´Angelo, Pearl Jam, Stereolab, Jay –Z) y unos combinados de ideas y nace la Nueva Ensemble of The Jazz Giants, por así llamarles, porque ellos han elegido como nombre Next Collective, que suena como a más de ahora (Groove.../Animal...).
Covert Art, su bandera discográfica, es una exquisitez, un regalo al oído, ése disco con el que cruzarías el país en tu coche sin inmutarte, aliviado del despropósito de tanto canalla social. Son los nuevos jornaleros del jazz, los más jóvenes, las promesas hechas rigurosa actualidad: Christian Scott, el trompetista; Ben Williams, el bajista que ya visitó esta sección el año pasado; Mateo Stevens, el guitarrista... Estas cosas pasaban antes con más frecuencia en el rock: aun recuerdo los rimbombantes titulares "Ola de Supergrupos en Inglaterra" que anunciaban los tabloides musicales británicos en los sesenta. En el jazz también ha pasado, pero solía ser cuando el músico maduraba, cuando ya presumía del título de Pensionista de Luxe. Ahora sorprende ver a toda esta pandilla de mocosos hacer peña para un disco, ¿sólo uno?, dejando a un lado sus ya prestigiosas carreras individuales.

“No tienes que pensar en lo que estás escuchando”, te dicen en los créditos, pero se autodefinen abiertamente como una banda de jazz. Bueno tampoco es ninguna sorpresa que acudan al repertorio rap, R & B, hip-hop y el pop contemporáneo, eso se ha hecho toda la vida. Que se lo digan a Wes Montgomery o al mismísimo Count Basie que acabó haciendo un disco completo dedicado a los Beatles. Lo que está claro es que No Church in the Wild, de Jay –Z & Kanye West,  es mi tema del mes: grandioso, deslizante, elegante, bárbaro..., como Marving Room, donde Scott recuerda a Miles en Time After Time..., de verdad, lo juro.
Alguien les ha llamado ya Los Siete Magníficos. No exagera.
Apunta estos nombres: Logan Richardson: saxo alto, flauta; Walter Smith III: clarinete bajo, saxo tenor; Mathew Stevens: guitarra; Gerald Clayton: piano, Fender Rhodes; Kris Bowers: Fender Rhodes; Ben Williams: bajo; Jamire Williams: tambores, Christian Scott: trompeta.



5.6.13

Ouka Leele, la extraordinaria banalidad

La artista madrileña despide su muestra Inédita en la Asunción



La tenemos, su obra la tenemos en pleno centro de la ciudad y en pocos días (14 de junio) se despide, no digo más.

Ouka Leele es una moderna y por Jimi Hendrix que no lo digo en sentido peyorativo, sino más bien todo lo contrario: representa desde hace mucho, mucho tiempo, la esencia más transparente de las vanguardias y ese codiciado concepto de la evolución en las formas gráficas. Sentido  creativo, continuo e innegociable.
Si no, como se explica su obra poética (De la embriaguez desnuda o Este libro arde entre mis manos), su obra ilustrada, la escenografía de la ópera Curlew River, sus dibujos y pinturas, su extraordinaria aventura en La Cibeles madrileña, su impresionante mural de Ceutí (Murcia) y, sobre todo, la propia evolución de sus trabajos fotográficos, analógicos o digitales.

Ella reniega de modernidades y gaitas y lo explica de manera reivindicativa en el documental  La mirada de Ouka Leele, que también podemos ver estos días en el callejón de las monjas: Yo soy Ouka Leele, la creadora de la mística doméstica. Digo esto porque la gente se toma mis imágenes como una crítica social y es precisamente todo lo contrario, la sublimación de lo cotidiano, de lo doméstico. La gente. Quizá se refiera a quienes la tacharon de moderna y como moderna se quedó, de ahí a que yo también reniegue de lo peyorativo del termino.

No. Bárbara Allende Gil de Biedma, Ouka, es mucho más que eso. Va más allá de moderneces puntuales, de la misma fotografía, más allá del photoshop, más allá de una simple performance o instalación. Asegura que lo que estamos viendo en Albacete es una Ouka Leele Inédita, pero lo que volveremos a ver de ella en el futuro será otro nuevo desguace, otro nuevo pulso al tiempo, otra inédita aventura. De acuerdo, también doméstica, también mística, pero supurando el arte absoluto en cada uno de sus resuellos, sin mirar atrás, o sea, volveremos a ver en Ouka Leele la modernidad.
Por eso Inédita resulta ser una suerte de Exposición Colectiva ejecutada por una sola artista, donde se dan cita sus referencias históricas, desde aquellos grandes murales del desenfreno del 84 hasta los retratos imposibles que podrían haber sido realizados ayer o mañana. “Lleva más de tres décadas intentando asociar el arte a la reflexión, realizando un arte de ideas para alcanzar la plenitud del significado de hacer arte”, dice el comisario de la exposición Rafael Gordon.

No, no es una antológica al uso aunque pudiera parecerlo, es otra exhibición multidisciplinar más de quien ha mantenido siempre la intuición, la sensibilidad y la genialidad dos minutos después de cualquier persona.



Publicado el 2 de junio en http://diarioab.wordpress.com/category/opinion/