31.12.09

2010





Un año tranquilo. Un año relajado, viajero, sin altibajos: o sea, sin puntas ponderables, pero tampoco bajadas descompuestas.
Un año creativo, amistoso, muy musical (escucha a Mulatu Astatke & The Heliocentrics, de Etiopía, para empezar)..., un año para romper moldes, sin obcecarse ni emperrarse, pero como martillo pilón.
Un año con el corazón abierto, conservando escrupulosamente lo que ya se tiene. Despreciando discretamente lo que te subleva. Un año, 2010, que marque tu seña habitual de comunicación.
Un año guapo, en definitiva, es lo que os deseo.

Un abrazo muy grande,
JAF
Stone: http://juanangelfernandez.blogspot.com/
Jazzalbacete: http://www.jazzalbacete.com/



Otros discos que debes comprarte o bajarte:
Kurt Rosenwinkel. Reflections
Nils Petter Molvaer. Hamada
Pharoah Sanders. Africa (1987)
Chet Baker. Let´s get lost. Soundtrack.
Ravi Coltrane. Blending times
Darcy James Argue's Secret Society. Infernal Machines
Animal Collective. Merriweather Post Pavillion
Kokolo Afrobeat. Heavy hustling
Que así sea.

17.12.09

Jazz contra el aburrimiento




el sonido del Siglo XX en plena crisis económica


El bebop revolucionó el mundo del jazz a principios de los cuarenta del pasado siglo. En los umbrales de su gestación se encontró con la animadversión de crítica y músicos que abominaban de su excesivo individualismo y una no muy disimulada anarquía conceptual. La mayoría de sus inspiradores llegaban expulsados de las orquestas por su exceso de protagonismo o por, más comprensible, brillar musicalmente por encima de los propios directores y artistas principales y dejar a alguno en evidencia. Los boppers se asociaron en los clubes de Harlem, enarbolando la bandera de una incipiente y jazzística black music.


Allí, en Harlem, los músicos boppers practicaban en continuadas jam-sessions sus propios ritmos étnicos haciendo gala de su propia filosofía de vida. Abandonaban precipitadamente la melodía inicial para lanzarse sin paracaídas a un tobogán de notas y acordes que aturdía a los más puritanos y enloquecía a los vividores de la noche y amantes de las nuevas emociones. El bop fue una música fantástica que iniciaría una nueva era en el jazz, la que hoy disfruta cualquier aficionado.


Pero el bop, por su peculiar carácter vanguardista, no terminó de concentrar ése punto de atención y diversión en el público americano (su franquicia inicial) que hasta entonces había disfrutado y bailado con la nueva música del siglo. Su irrupción, en un principio, fue catalogada de atrevida y excesivamente tecnificada y académica.



Resultaba complicado para todos los que perseguían el divertimento sin inconvenientes seguir ésa pista, entender muchos de sus sinuosos vericuetos, lo que a la larga provocaría más de una deserción alegando una pretendida frialdad y una inexcusable dificultad para entenderlo: en realidad, sólo hacía falta seguir la ruta que marcaban los grandes músicos que lo gestaron (Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Charles Mingus, Thelonious Monk, Miles Davis) y eso implicaba cierto esfuerzo conceptual, de ahí la gran excusa de quienes, hoy, catalogan al jazz como "música para intelectuales" o "música para entendidos" o, en el mejor de los casos, "me gusta el jazz, pero a veces me cuesta entenderlo". Curioso: al género be-bop se le terminó por juzgar y globalizar equivocadamente por toda una historia musical del siglo XX, la del Jazz, sin tener en cuenta los cientos de raíces que la terminología abarca. Cuestión de calificaciones gratuitas, poco reflexionadas. En muchos casos, excusas por desconocimiento.


El be-bop es apasionante, gratificante, bello, emocionante, magnífico en todas sus vertientes y ángulos (Hard-bop, el Cool, el West Coast, el Free Jazz), pero también lo es el Swing (Benny Goodman, Fats Waller, Glenn Miller), el Dixie (Sidney Bechet, King Oliver), el Blues (prácticamente todos los músicos de jazz lo interpretaron, además de Robert Johnson, Elmore James o Muddy Waters), el Boogie (Lucky Millender, Louis Jordan), no digamos el sonido de las grandes orquestas (Duke Ellington, Count Basie), el Ragtime de Scott Joplin y todos los que se sirvieron del cine para encumbrarlo y propagarlo (Leonard Berstein, Cole Porter,), los baladistas que acariciaban nuestros oídos, bien llamados crooners (trovadores), los auténticos hombres espectáculo (showmen) como Cab Calloway o Al Jonson y hasta aquellos dueños de lo imposible como Bill Robinson o los Hermanos Nicholas, cuyo sentido del ritmo traspasaba las fronteras de lo humano. El baile, la danza, precisamente, es también un registro de fábrica. En plena época de la depresión económica las pandillas salían a bailar la música de jazz en directo. Competían por ello y los primeros aparatos radiofónicos echaban chispas en los hogares americanos con las orquestas de Benny Goodman, Fletcher Henderson o Harry James, entonces con un joven vocalista llamado Frank Sinatra. Eran los sonidos de un siglo metido en problemas y eran divertidos.


Pero nadie tan divertido como Louis Armstrong. Nadie tan genuinamente jazzísitco como Pops. Nadie tan versátil y exquisito como Satchmo (abreviatura de Satchmouth: "boca de bolsa", literal). Armstrong transformó el jazz desde su condición inicial de música de baile con raíces folclóricas en una forma de arte popular y él fue el rey de esa filigrana artística. Satchmo chupaba cámara, llamaba la atención porque reunía todo lo que un músico de jazz debía tener: un enorme talento, swing, inspiración, destreza, presencia y una extraordinaria habilidad para conectar con el público sin dejar de tocar el cielo cada vez que interpretaba. Al final toda su obra quedo convertida en el verdadero símbolo de la creatividad del negro americano.

 
Hoy, ya Siglo XXI, aquella tradición a la que apelaron desde un principio Armstrong o Scott Joplin también luce contra el hastío y sus músicas populares forman parte del repertorio jazzístico, incluso en algún caso haciendo connivencias con el "embarazoso" bebop. Sus orígenes antillanos, caribeños, centroeuropeos, descendientes de colonos franceses, flamencos, brasileños, todos deudores de la madre África, pueden escucharse en cualquier gran festival del género y el Jazz vuelve a llenar recintos y teatros como ocurriera en aquellos malditos años de la depresión de 1929. Malos tiempos para la lírica económica, buenos tiempos para el Jazz: no falla.




El Brillo de los Días. Publicado en el diario La Verdad de Albacete. 29/3/2009

14.12.09

Sigüenza y el Jazz: Amanece que no es poco

El hombre espectador, se lo tomó a pecho mientras Larry Ochs, saxofonista y sopranino norteamericano, y su quinteto desgranaban un concierto abierto dentro de sus propios cánones reafirmados en el free jazz desde hace mucho tiempo, en la tercera jornada del Festival de Jazz de Sigüenza. "Esto no es jazz. Que me devuelvan el dinero de la entrada", pensó el hombre espectador en voz alta consultándolo con sus parientes. "Hay que denunciarlo a la Guardia Civil ya", reacionaron de repente ante la indiferencia e incomprensión de la concejalía de cultura y la dirección del festival. Cuando avisaron a dos números de la Benemérita y estos llegaron al concierto, uno de ellos, el cabo Agustín Moreno, un decir, dirigió su mirada al desparrame free que procedía del escenario y afinando el oído sentenció ceremoniosamente: "Tiene usted razón. Esto no es jazz"... El guardia civil siguió razonando su sentencia dirigiéndose al director del festival: "¡pero es que no sabe usted que en este pueblo hay verdadera devoción por la música de jazz!"...




Wynton Marsalis busca a Rafael Gilbert
El denunciante de Sigüenza reclama el premio de Marsalis
La opinión de Regino Mateo

Nota de prensa emitida por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza después de celebrarse con gran éxito la V Edición del festival.
El festival internacional de Sigüenza volverá a apostar en el año 2010 por el jazz innovador
• La Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza, Paloma García Atance, ha reiterado esta mañana el balance “absolutamente positivo que el Ayuntamiento hace del festival”, y que “nos parece profundamente injusto que la anécdota de tres espectadores insatisfechos ensombrezca la trayectoria impecable de un festival que a los patrocinadores y a la ciudad nos ha costado mucho sacar adelante”.
• La Concejala seguntina ha declarado también que “el concierto que Larry Ochs Sax & Drumming Core interpretó en la Ermita de San Roque, ha sido, probablemente, uno de los mejores que se han podido escuchar hasta la fecha en nuestro festival”.

Sigüenza. 9 de diciembre de 2009.
El Ayuntamiento de Sigüenza, desde la Concejalía de Cultura, reitera, al término de la V Edición del Festival Internacional de Jazz de Sigüenza, su balance “absolutamente positivo del evento”, declaraba hoy la responsable de esta área municipal, Paloma García Atance. Las tres propuestas jazzísticas (5, 6 y 7 de diciembre) han llenado de nuevo la Ermita de San Roque seguntina “de música y de músicos en un excelentísimo estado creativo, como así ha reconocido el público con su aplauso día tras día”.
A este respecto, García Atance ha querido destacar la “impecable trayectoria hasta la fecha del festival, que ha traído a nuestra ciudad a artistas clásicos del jazz, como Dave Burrell, a genios como Texier, Michael Moore o Uri Caine, a músicos distinguidos como Caballeros de las Artes y las Letras por el gobierno francés como Daniel Humair o Ramón López, o al propio Larry Ochs en la edición del año 2009, a quien por supuesto reconocemos, admiramos y agradecemos su genial interpretación del pasado día 7 de diciembre, por citar sólo algunos ejemplos”. La Concejala ha destacado que la ciudad y los patrocinadores han hecho un esfuerzo enorme por dotar de contenido esta propuesta cultural, buscando sorprender e interesar al público durante cinco años. “Así lo ha reconocido la prensa regional y la especializada a lo largo de estos años en una labor que también agradecemos mucho”, decía hoy García Atance. Por esta misma razón la responsable municipal ha querido solicitarles a los medios de comunicación que “nos apoyen para que la anécdota de la reclamación de tres espectadores nos ayude a llenar de nuevo las futuras ediciones de Jazz Sigüenza, reivindicando a los 5000 que han presenciado el festival hasta ahora, muchos de ellos visitando nuestra ciudad sólo por este motivo”.
Sobre de la polémica suscitada por la reclamación citada de tres espectadores en el concierto de Ochs, la Concejala decía hoy que “no es más que una anécdota que no es justo que ensombrezca la trayectoria impecable del festival hasta la fecha”. No en vano, el disco grabado en el Festival Internacional de Jazz de Sigüenza por Agustí Fernández en el año 2007 y editado en 2009 ha sido nominado como uno de los cuatro mejores discos del año 2009 por la web estadounidense www.allaboutjazz.com. “Creemos que desde luego, esto también es noticia. Fernández nos ha autorizado además a desvelarlo públicamente en un gesto por el que le estamos muy agradecidos”, decía Atance.
La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza desea dejar claro que el público es soberano para presentar las reclamaciones que estime pertinentes, siempre que lo haga dentro de los cauces establecidos por la legalidad, y en los límites de la educación. “Lo que está clarísimo son dos cosas, una, el currículum impecable de este músico norteamericano de jazz y de su grupo, que han interpretado en Sigüenza lo que siempre han interpretado sin llamar a engaño a nadie, y otra el cariño y el respeto que mostró hacia él el resto de los 197 espectadores que llenaban la sala y que escucharon atentamente el concierto hasta el final, para ovacionarlo a su término largamente”, ha subrayado García Atance.
Por otro lado, la Concejala de Cultura ha querido subrayar que la línea musical del Festival Internacional Jazz Sigüenza será esta misma en el futuro, puesto que “nos posiciona en la vanguardia de la cultura, y no deja, como ha quedado claro, indiferente a nadie. Creemos firmemente que mantener este criterio conseguirá que nuestro festival sea un activo importante para el turismo y la hostelería de nuestra ciudad”. Paloma García Atance terminaba asegurando que “Ochs, si él quiere, volverá a actuar en Sigüenza”.

13.12.09

Gaza a través de Le Boustrophédon

Títeres y actores en un conmovedor trabajo de la compañía francesa

Court-miracles. Compañía Le Boustrophédon
Lunes, 18 de enero. Teatro Circo de Albacete. 21,00h.
Creación colectiva dirigida y puesta en escena por Christian Coumin
Actores: Loïc Apard, Lucie Boulay, Johanna Ehlert, Matthieu Siefridt





En francés, une marionette era un clérigo que en las representaciones religiosas donde aparecía la Virgen, aportaba su voz haciéndola aguda para que pareciese femenina. Sin duda, ésa idea original hubiera debido influir en aquel filántropo viaje donde unos cómicos, también franceses, acudieron a Gaza, capital de la angustia y la infamia respondiendo a la llamada de la organización Payasos sin Fronteras. El títere frente al pavor, el comediante ante la más espantosa realidad. Si algo sobraba en Gaza serían las pasiones místicas por lo que los cómicos resolvieron denunciar los horrores de la guerra a partir de un planteamiento artístico conmovedor combinando el teatro gestual, las máscaras, el circo y los títeres: "Primera mañana en Gaza. Estoy en el centro del mundo. Estoy en el lugar del que casi cada día se ven imágenes en el periódico. Es un poco como el paraíso, un lugar que yo creía mítico, según se dice, se imagina…Como el infierno, también. Por tanto, ese lugar existe. Hoy pongo los pies en él. Mis pies y los de todo el equipo de "Payasos sin fronteras". Somos 8, permaneceremos durante 15 días en Palestina actuando dos veces al día para los niños víctimas de la guerra Palestino-Israelí” (Extracto del diario de a bordo de la compañía). Así nacía Court-miracles una obra sobrecogedora a mitad de camino entre el arte absoluto y la desprendida y caritativa denuncia. Así nacía también la compañía Le Boustrophédon.

Creada en 2006, Tres de los cuatro actores han participado anteriormente en la creación de los espectáculos “Echantillon gratuit” y “La Monstrueuse Parade” con la compañía Remise à 9. El director de escena, Christian Coumin ha co-escrito y puesto en escena espectáculos de numerosas compañías como les Acrostiches, Cie 111, Vent d'Autan, Le petit Travers, les Pas en Rond y, últimamente, La Cie Singulière y la Cie A petit pas. Toda una vida dedicada a la fantasía, la vieja comedia de retablo y el ilimitado valor del relato. Premiados en innumerables ocasiones por su frescura, originalidad y el universo lacerante de su creador que llega a cautivar un público ávido de emociones y de disfrutar del teatro en estado puro: la figuración, la caracterización/caricatura y el actor.

En Court-miracles, la historia se sitúa en un campo de refugiados. El guardián, los enfermeros y los heridos tienen en común haber sobrevivido a la guerra que prosigue, no lejos de allí… La vida se organiza. Se inscribe a los que llegan, se seccionan algunas piernas, se cazan ratas y se improvisa la orquesta de la fortuna. Porque es necesario vivir bien y esperar, las marionetas y los humanos se entremezclan para hablar, con humor y humanidad, de heroísmo, de monstruosidad y de cobardía… con esperanza. "Se acaba riendo, mucho" -dice el director de escena Christian Coumin-, "de cosas que verdaderamente no son divertidas. Cuando todo fracasa, sólo el humor permite mantenerse a flote, como un chaleco salvavidas que se abrocha al cerebro. Un avión que se resfría a lo lejos, la tierra que tose detrás de las colinas… Los refugiados del campo nº12 se mantienen alerta. Indolentes, fatalistas o atareados, viven con la necesaria indiferencia de los milagrosamente curados". Los supervivientes. Perdidos, crueles, solitarios, magníficos, aprovechados, son a la vez protectores. Sublimes y cobardes, heróicos y cínicos. Medio hombres, medio peleles. Porque la humanidad ya no tiene consistencia, hay que reconstruirla, reinventarla. En el aire flotan fragmentos de tragi-comedias. Coumin, en su analísis de la experiencia va más lejos: "La guerra es una porquería. Es evidente. Pero detrás de la simpleza de esta constatación, la necesitad de repetirlo está cargada de sentido y de sobreentendidos. Aquí, es simple. Allí, en Gaza, donde el actual equipo del espectáculo se soldó alrededor de un proyecto común, éste fue una evidencia, nacida de sensaciones difusas, de intercambios de miradas, de sonrisas crispadas".
En Gaza, cuando se representa un espectáculo, las caras, las risas, los aplausos son casi los mismos que en cualquier otra parte. Sin embargo, se actúe en Israel o Palestina, se está en el derecho de imaginar que hay futuros extremistas en cada lado. Se está en el deber de pensar que no sea así. Que un espectáculo tan insignificante pueda transmitir una esperanza ínfima de la utopía que se ha puesto al crearlo. Le Boustrophédon ha hecho ése trabajo encomiable y la utopía queda reforzada entre todos nosotros. Aplausos anticipados por todo ello.

Court-miracles. Compañía Le Boustrophédon
Lunes, 18 de enero. Teatro Circo de Albacete. 21,00h.
Creación colectiva dirigida y puesta en escena por Christian Coumin
Actores: Loïc Apard, Lucie Boulay, Johanna Ehlert, Matthieu Siefridt


12.12.09

La gozosa sensatez de unos chicos llamados The Sunday Drivers

Acaban de estrenar su nuevo álbum The End of Maiden Trip
The End of Maiden Trip. The Sunday Drivers
Sábado 30 de enero. Teatro Circo de Albacete. 21,00h.
Jero Romero (Voz y Guitarra acústica)
Fausto Pérez (Guitarra eléctrica)
Miguel de Lucas (Bajo)
Carlos Pinto (Batería
)



No es cierto que el pop, al menos todo el pop, sufra una crisis de identidad en los últimos años en nuestro país. Sí lo es que cada vez más las referencias utilizadas le acorralen en un callejón con difícil salida: la fábula de los triunfitos es cada vez más reiterativa e irritante. Su influencia recae en lo más vergonzoso y patético de nuestro más lejano pasado "camilosestismo". Algún día habrá que pedir cuentas a quienes lo utilizaron buscando un vulgar reality show. Pero, como decimos, no todo el pop español utiliza la decadente fórmula amarillista. El reciclaje natural del artista, también del joven artista, sigue produciendo innumerables y gratísimas sorpresas en todos los estilos. Hace ya tiempo que The Sunday Drivers, entre otros muchos nombres lo demostraron con un disco impecable: Little Heart Attacks. Su evolución ha sido extraordinariamente coherente y diseñada con la minuciosidad del artesano: Mucho concierto para coger tablas en escena, estar en el festival oportuno en el momento idóneo y editar un disco cada dos años. Las puertas de Europa se les abrieron en Les Transmusicales de Rennes, en Francia. Aquel día fueron una de las revelaciones y elegidos por los críticos del festival como uno de los mejores cinco conciertos.
Fue un gran salto fuera de nuestras fronteras; el disco fue publicado en Francia, Bélgica, Suiza, Holanda, Grecia … visitaron los festivales franceses Vieilles Charrues, Rock in Seine, Les Mediterranées, ArtRock, Eurockeenes, aparte de grandes citas internacionales como Nuits de Botanique (Bruselas), Eurosonic (Groningen), Rockwave (Atenas), Popkomm (Berlín), Spot (Dinamarca), Chant Du Gros (Suiza), además una gira de 11 fechas en Francia y otras 25 en España (entre otras, acompañando a artistas como Wilco o Paul Weller en sus visitas a nuestro país). Los Drivers ya estaban lanzados y su puesta en escena, sencilla y práctica arrebató toda la exquisitez que puede ofrecer unas influencias que, precisamente, quedaban materializadas en la música de sus padrinos (Wilko o Weller) sin desdeñar la cultura beat ni aquellas memorables páginas de la historia que demostraron conocer sobradamente: Buffalo Springfield, Ray Davies, Small Faces y todo lo demás.

Ahora con su reciente The End of Maiden Trip y utilizados descaradamente por las multinacionales de la publicidad para sonorizar sus anuncios como hizo una importante marca cervecera con Do it, de su álbum de 2007 Tiny Telephone o en la serie de televisión Cuestión de sexo o anteriormente con On my mind, que se escuchó en el soundtrack de la película de Hollywood Penélope y de otras españolas como El juego de la verdad, el "albaceteño" Jero (se crió entre nosotros) y sus chicos gozan discretamente de los cumplidos elogios que le dirige la prensa especializada y el buen aficionado y de un respeto ganado justamente a fuerza de trabajo y una intuición musical francamente loable dadas las circunstancias que rodean a la música pop en nuestro país. The Sunday Drivers hace mucho que dejaron de ser indies para convertirse en uno de nuestro mejores reclamos musicales contemporáneos.

11.12.09

José Antonio Tendero, ése caballero del sombrero

Fallece el popular crítico cinematográfico y radiofónico


Se apagó. A José Antonio Tendero se le ha apagado la vida sin darse ni cuenta que ocurría. A la ciudad también se le ha caído una candileja, la de su propia historia de casi un siglo. Tendero se la sabía entera. Sus gentes y familias, sus calles y paseos, sus nombres. Supo siempre quien subió al balcón del Altozano enarbolando la bandera republicana un 14 de abril. Él estaba allí. Lo contaba con todo tipo de detalles.
También su infierno en la retirada valenciana en plena guerra civil: "ésas escenas de `Belle Epoque´, de Trueba o de `Ay Carmela´, de Saura, donde se representaba aquella horrorosa caravana, no tenían nada que ver con la realidad", contaba compungido. Utilizó la calle Boticarios, donde nació, para montar su pequeña cofa de vigía desde la que dominaba el entonces centro neurálgico de la ciudad: la Plaza Mayor, el cerrillo de San Juan y el Alto de la Villa. Nada, a dos pasos del Altozano donde gasté con él sus últimos paseos. Sin embargo, siempre se mostró reticente a contar su vida, insisto: la de la ciudad. En nuestras conversaciones yo tomaba apuntes en papelujos y los guardaba, como los suyos, envueltos en una goma elástica. En los últimos tiempos parecía más asequible al relato, pero entonces empezaron a fallarle algunas neuronas que guardaban recuerdos. Maldita sea, ahora si que va a ser imposible.

Justo al acabar la carrera de Magisterio le sorprendió el 18 de julio de 1936 con el levantamiento militar: "Estaba leyendo `Sin novedad en el frente´, que premonición, una tarde de domingo en mi casa" -contaba a Candelario Gómez para la revista La Seda en 1984-. "Lo anunció la Guardia Civil por las calles. A la semana siguiente entraron en la ciudad las tropas republicanas que venían de Levante y aquello fue terrible, aquello y los tres años que siguieron". Se confesó siempre escéptico en política y en la vida en general, aunque me solía confesar que a veces era "sicalíptico", algo que un día le llamó su madre. Le encantaba la palabreja. "No te pongas estupendo", me decía también recriminándome algún soliloquio. Tendero, el caballero. José Antonio Tendero que bailaba claqué al tres por dos y mostraba sus pantorrillas blancas como la nieve cuando llegaba cada 31 de agosto de la playa, pavoneándose de su desprecio a la arena y al sol del Mediterráneo . Tendero, que contaba como nadie la verdadera historia de la turronera de la Feria. El crítico de cine por excelencia, de toda la vida de Dios, en Albacete. Comenzó en Radio Popular cuando se inauguró, en 1960, y continúo hablando de cine, de libros y de todo lo que se ponía a mano tertuliana en la misma emisora hasta hace pocos años. De él hemos aprendido todo lo que hemos podido asimilar de su cultura inmensa, que ocultaba siempre como si fuera digno de vergüenza. Ya nunca nos cruzaremos por la calle con ése hombre tremendamente arreglado, infinitamente respetuoso, uno de los pocos hombres que he conocido que calzaba zapatos a medida y saludaba levantando el ala de su mejor sombrero. José Antonio Tendero era de ése tipo de personas que siempre hay que llamarles "de usted".

Con el apagón de Tendero se diluye parte de la vida de uno mismo. Cada vez esos arreones se hacen más insoportables. Incluso en este doloroso trance, es justo y reconfortante recordar su exquisita disposición: "Creo que estoy preparado para morir" -decía- "me gustaría hacerlo bien, dando ejemplo a los míos, dándoles ejemplo de que morir no tiene importancia, que es una cosa muy fácil de hacer. Puede aterrarme el dolor, la imposibilidad... pero no me aterra la muerte. Además, debo de estar de los primeros ya, con los años que tengo".
Ahora soy yo quien se quita el sombrero, mi querido Umperi Bogart.