Aeroplano nº 25.
Febrero de 2020
Tres palabras perfectas para escribir la historia del mejor pop de los setenta. Las escribió y musicalizó Bob Marley que en aquella época, 1976, ya había abierto el portón del divertimento, el alboroto y la juerga de la fumarada en medio mundo. Fantástico aquel Rastaman Vibration, como los chicos holandeses, Grupo Sportivo, que se sacó Paloma Chamorro de la manga para inmortalizarlos en La Edad de Oro, el programa de todos los programas musicales nunca vistos en la televisión española. Aún así, el podcast Aeroplano abre este mes su peculiar caja de Pandora con un mensaje furioso de The Clash, otra banda británica mítica. Se trata de Spanish Bombs, la copla que Joe Strummer dedicó a nuestra guerra civil después de descubrir el encanto natural de Granada y sus gentes. Strummer y Mick Jones escupen toda la furia punk que antes habían utilizado contra la sociedad británica para congraciarse el resto de sus días con nuestro país y nuestra circunstancia.
El número de este mes ha salido bailongo, sin duda, porque a Marley y los Sportivos se les une King Curtis, con un temazo (Memphis Soul Stew); Beck, que tomó Paisley Park, los estudios de grabación y la propia casa de Prince por asalto para atacar un poutpurri de sus clásicos o el dúo moderneras Soffi Tukker que visten de lujo las escenas iniciales y finales de lo más reciente del cineasta Paolo Sorrentino, su serie The New Pope, en nuestro apartado dedicado a Bandas Sonoras.
Que también escuchemos a Bob Dylan, Jacob Dylan, Jethro Tull y alguna que otra sorpresa funesta (apartado defunciones) no viene a sorprender a nadie: Aeroplano, ya sabes, es la música sin tiempo ni respeto.
Que también escuchemos a Bob Dylan, Jacob Dylan, Jethro Tull y alguna que otra sorpresa funesta (apartado defunciones) no viene a sorprender a nadie: Aeroplano, ya sabes, es la música sin tiempo ni respeto.
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