6.12.17

Historia de Jazzalbacete. Edición 1988


Vientos de otoño.

diseño Hermanos García Jimenez
De otoños tristes, porque éste año empezó a cundir la desatención y el abandono a su suerte a los ayuntamientos e instituciones que no tuvieran una clara vocación del espectáculo de jazz y en Albacete, salvo los primeros e ilusionados concejales ya mencionados más de una vez, José María López Ariza y Rosa Garijo, sus sustitutos políticos no demostraron nunca ninguna actitud favorable a la organización anual de un festival de jazz. Se podría decir que los últimos habían sido organizados por la tropa de cuartel, aquellos que dedicamos tiempo e ilusión en su celebración, entre los que cabía destacar al pequeño pero efectivo equipo de funcionarios municipales adscritos a la concejalía de cultura y festejos. Y claro, también a la ayuda que el municipio recibía del Ministerio de Cultura a través de otro gran personaje hacedor de acontecimientos y milagros como Javier Estrella, también mencionado en esta nuestra historia de festivales. Pero resulta que a Javier se le estaba apagando su estrella en el ministerio y en el verano de 1989 dejó la asesoría y el cargo por lo que algunos ayuntamientos que habían mendigado el mínimo apoyo económico quedaron absolutamente desprotegidos del Ministerio de Cultura y por tanto abandonados a la suerte presupuestaria de cada municipio. En Albacete, a casi la nada en 1989 y a la nada absoluta y la negación tajante de continuar en 1990 (“siempre van los mismos” y bla, bla, bla...).

Phil Woods
Aún así, la muestra de 1988 salvó los muebles (último año de Javier Estrella en el Ministerio) con una luminosa y siempre efectiva reaparición bluesera llegada de Chicago, el guitarrista Jimmy Fast Fingers Dawkins y dos poderosos vientos, afamados, con tendencia continua a visitar Europa cada otoño, como Scott Hamilton y el siempre respetado saxo alto Phil Woods, otro histórico para el canasto albaceteño.


Jimmy Dawkins
Jimmy Dawkins hizo los deberes tradicionales del guitarrista sureño, de Mississipi, y marchó pronto al norte, a Chicago. Desde luego no estoy seguro que militara en la insegura tropa aventurera del hobo, aquellos hombres sin hogar ni recursos, que recorrían el país de punta a punta sobre los troncos madereros del ferrocarril, jugándose el pellejo y pernoctando en improvisados campamentos. En torno a ellos se creó toda una mitología popular. Desde luego Dawkins tenía todas las papeletas para cumplir la vieja leyenda y desde muy joven comenzó a hacerse un hueco en los locales especializados de Chicago. Lo vimos cuando acababa de presentar su álbum All the Blues, otra extrema declaración de intenciones. Llegó con su cuadrilla compuesta por Kith Scott, a la otra guitarra, Silvester Boynes al bajo y Ray Scott a la batería. Cuando ya todos estábamos moviendo el trasero sobre las butacas aparecieron por arte de birlibirloque la vocalista Nora Jean Wallace y aquella maquina de atacar el blues a guitarrazos llamado Luther Johnson Jr, así nos lo presentó Dawkins sin precisar cual de los tres Luther Johnson Jr que han pululado por el planeta blues era aquel prodigio. Como siempre que se ha hablado de blues moreno en Albacete el público lo disfrutó de lo lindo.

Scott Hamilton
La segunda fecha, la del jueves 10 de noviembre, fue reservada a un purista del jazz clásico, el acústico, el de entresiglos, el de Coleman Hawkins, Lester Young, Ben Webster o Don Byas, o sea Scott Hamilton, también un empollón jazzístico desde muy joven gracias a la extraordinaria colección de discos que manejaba su padre y decidirse finalmente a los diecisiete años por el saxo tenor. Llegó a Albacete acompañando al álbum A Sound Investiment, prácticamente con la misma formación del disco: Chris Flory, a la guitarra, una guitarra de las que se acarician, al más fino estilo Kenny Burrell; John Bunch al piano, Phil Flanagan al contrabajo y la batería de Chuck Riggs. Ya se hablaba en los ambientes nacionales e internacionales de su desatada carrera hacia el estrellato y lo confirmó entre nosotros con un exquisito concierto y posteriormente con una amplia y rica discografía. Recientemente (2017) ha presentado The Shadow of your smile, el standard de lujo que suelen interpretar los profesores del género cuando quieren mostrar los secretos del swing. Precisamente fue lo que hizo Hamilton aquella noche en Albacete, regalarnos los oídos con una pléyade de temas conocidos para que todos saliéramos con la sonrisa de oreja a oreja.

Phil Woods
Para finalizar la edición, el sábado 12 de noviembre contamos con la presencia de uno de los grandes, Phil Woods, adscrito al mejor bebop, como algún crítico le definió una vez: “el más apasionado hijo de Charlie Parker” (se llegó a casar con la antigua esposa del “pájaro”, Chan). Un quinteto Auténtico en el más amplio sentido de la palabra. Poseedor de varios Grammys y del título de mejor saxo alto del orbe durante muchos años seguidos llegó a nuestra ciudad con la aureola de la gran banda del 88: Woods a los pitos (Saxo alto, clarinete y soprano) con Tom Harrell a la trompeta, Hal Galper al piano, Steve Gilmore al bajo y Bill Goodwin a la batería. Un quinteto universal, una lección magistral que duró un par de horas, donde atacó parte de la extraordinaria producción que había cosechado a lo largo de los dos últimos años, nada menos que ¡once álbumes!, once vinilos sí, entre los que se contaba una aparición junto a Dizzy Gillespie en DG meets Phil Woods Quintet y otra metiendo caña al disco Salsa meets Jazz de Tito Puente, además de significados acompañamientos al guitarrista Steve Miller (no confundir con el rockero) en Born 2B Blue; con Stephane Grapelli en Bop Stew; con Stephanie Nakasian en Comin´Alive o Clark Terry en Squeeze me..., en fin una obra inmensa en el tiempo que fue de 1987 a 1989. Con semejante repertorio nadie se distrajo teniendo en cuenta que tal proliferación de obra había sido una constante en su vida: Su discografía en volúmenes no ha sido superada por ningún músico de jazz. Una visita inolvidable. Un recuerdo añorado. Otra estrella para la memoria.

Phil Woods, falleció el 29 de septiembre de 2015 en Pensilvania a la edad de 83 años
Jimmy Dawkins, falleció el 10 de abril de 2013 en Chicago a la edad de 73 años

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