Momento culminante este de José Garrido que se decide a debutar en el siempre comprometido estado de la exposición pública siendo, como es, un tímido recalcitrante que suele quitar importancia a sus destrezas en el universo de las artes sonoras, didácticas y gráficas.
No es para menos, las acuarelas expuestas tienen una calidad exquisita -exquisiteces- y una presentación en la Casa Vieja de la calle Blasco Ibáñez sólo comparable a la conocida y delicada sensibilidad del autor para quien un mínimo detalle de centimetros, tonos o notas supone la gloria o la ruina total.
Artimañas en estado puro.
Jueves, 22 de mayo a las 20,00h.
Acuarelas
Casa Vieja, (Blasco Ibáñez, 9. ALBACETE).
Hasta el 20 de junio de 2014
"Culpables de tamaño atrevimiento son, dejando aparte mi ya acreditada osadía en otras artes, Hortensia y Antonio Roldán, de la Casa Vieja y la Casa del Pintor, que me han animado a colgar mis acuarelas en las paredes de la primera de esas casas, en Blasco Ibáñez, 9.
Después de mi retiro, que me brinda la ocasión y el tiempo para cambiar las tizas por los pinceles y las guitarras, mi trabajo con el dibujo y la pintura es más asiduo y reflexivo, lo que viene a significar que es mejor, pues todo es cuestión de estudio y trabajo. Los títulos de mis acuarelas son redundantes. Si “Árbol” se titula la obra, en ella se encontrará un árbol reconocible. Es figurativa mi pintura, y por tanto no es imprescindible explicarla, que sí justificarla. Figuración temperada, no excesivamente fiel a la realidad, tanto más lograda cuanto más sugiera y menos muestre. Esa es mi intención y mi meta, alcanzada en la medida en que hemos sido capaces de renunciar al detalle irrelevante en favor de sugerencia y la impresión". (texto de José Garrido)
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