A veces, las casualidades, los azares, las bambarrias en definitiva, juegan caprichosamente con el destino. Es el caso de una de las señas de identidad que ostentamos los albaceteños en los últimos diez años. De una de nuestras ventanas culturales que abrimos orgullosamente al mundo desde entonces. Regalada por la diosa Fortuna que desbarró a su antojo un imposible viaje a la Tate Gallery de Londres canjeando tan codiciado y oneroso destino por, en principio, un modesto almacén del sindicato Comisiones Obreras en Albacete, en el mismo barrio de la Industria. Hablamos, claro, ya lo habrás adivinado de Mother In Law, la obra póstuma, el cenit del arte chicano, el verdadero acabóse del célebre artista mexicano Leocadio Segarrat.
Una de las pocas imágenes que se guardan del artista mexicano Leocadio Segarrat |
El doctor Idolino Segarrat, padre del artista |
Mother in Law. Fragmento |
La acababa de crear: su codiciado y reconocido canto a la humanidad Mother in Law, una importante estructura sólida de chapapote seco y arcilla marmólea de Culiacán, que resultó ser en su montaje final mas bien un poema disparado al viento, con infinidad de interpretaciones y cánticos.
De vuelta a su lujosa mansión en Mazatlán, ya muy entrada la noche, a Leocadio Segarrat se le apareció en plena ruta comarcal la ruina en forma de becerra, de una triste y despistada becerra plantada en la carretera como quien busca la luna al no ver Teruel. El auto, un Lamborghini V12 de importación, salió despedido con el fuerte impacto del animal y empujado por el tremendo impulso fue a parar directamente a la autopista de los venturosos, la de los que esperan turno para otra tarjeta de embarque, en este caso eterna. Desayuno, comida y cena para la infinitud.
El coche accidentado del artista |
Mother in Law. Fragmento |
Y ocurrió que en la confusión enviaron el paquetón a un prospero y divertido lugar de la Mancha española en un inverosímil trastrueque con otra facturación que tramitaba en esos instantes el propio aeropuerto, en este caso de un gran sombrero de Chinpalcingo que debía llegar a la sede de un sindicato de trabajadores de la mencionada y placentera ciudad manchega, que no era otra que, adivinaste, Albacete. El güito solicitado a México tenía como destino y objetivo el lucimiento sobre la cabeza del secretario general del sindicato Comisiones Obreras en la cabalgata de nuestra Feria local que debía comenzar unos días más tarde, ya se sabe, el 7 de septiembre, dentro de la conocida y celebrada charanga festiva Los Tupamaros. Así las cosas, la gran obra de Leocadio Segarrat acabó en Albacete y el sombrero de Chinpalcingo en la Tate Gallery de Londres. Azares.
Sombrero de Chinpalcingo |
Mother in Law. Fragmento |
“¡Ostis!, ¡Es la Mother in Law!”, gritó, echándose las manos a la cabeza.
“No digáis nada a nadie”, dijo un guardia inteligente
El 7 de septiembre de aquel venturoso 2004, día mayor en Albacete como todos sabemos, el pleno del ayuntamiento de la ciudad incluyó en el orden del día el punto 46 que ordenaba la instalación definitiva de la inmensa obra de Leocadio Segarrat en la coquetuela y amplia rotonda de nuestra capital que confluía con la calle México, como no podía ser menos y con otras calles emblemáticas de Albacete como Pedro Coca, Lepanto, Dr. Galiacho y, por supuesto, como especial colofón decorativo en el paseo y bulevar de la Circunvalación.
El colocarla precisamente en la salida de la calle México significaba el mensaje subliminal enviado al más allá por nuestro ediles, que están en todo. Entrañaba un guiño, una pedorreta al destino que había jugado a favor nuestro con las mejores cartas (“Que le den por culo al sombrero de Chinpalcingo”, se oyó decir a uno de los agustinesmoreno municipales).
Londres nunca reclamó la obra claro, porque no acabó de saber qué había pasado con la colaboración del artista mexicano invitado a la expo, aparte del conocimiento internacional que había supuesto el zapatazo que se había dado contra una vaquilla a bordo de su Lamborghini V12 de importación. El sombrero, por cierto, acabó sobre la cabeza del recordado por todos los republicanos españoles presidente mexicano Lázaro Cárdenas en el Museo de Cera de Madame Tussauds en el londinense circuito de Marylebone Road. Otro guiño del azar, que quiso compensar así el agradecimiento del Albacete republicano a quien hizo tanto por nuestros exiliados.
La gran obra de Segarrat ya estaba entre nosotros.
Mother in Law en la Rotonda de la Circunvalación |
Mother in Law. Fragmento |
7 comentarios:
Acojonante. Si tú lo cuentas, verdad deberá de ser pero, por las circunstancias y el tono, me ha parecido estar leyendo una delirante narración de Eduardo Mendoza, algo que podría ser un capítulo de la "Ciudad de los prodigios", cuando la exposición universal del universo, lo que dice mucho de lo bien que escribes, hermoso. Un abrazo.
JAF: eres un genio!! vaya historia bonita y bien contada!! esa gallina horrorosa me ha dado los 5 minutos mas divertidos del mes !!
Un abrazo,
Caligo
El sombrero de Chinpalcingo
para los gringos,
y la cabra, a la chita chitingo
yo me la trinco.
¿No queda en el fondo de la conciencia, pero muy en el fondo, como una especie de remordimiento por no haber adoptado la iniciativa de indagar la propiedad del "paquete expres"?
Viejas y atávicas reminiscencias de nuestra clásica sobriedad manchega.
Como bien dice Artimañas, ¡¡acojonante!
Tenemos pendiente un cafelito.
Germán
Magnifico relato.
Me quito el sombrero de Chimpalcingo y me lo como al bies con mole poblano. Estás en estado magistral, cabrón. Exijo una serie titulada "Albacete, una realidad paralela" o "Albacete-ficción" o "Pequeña historia alternativa de las calles de Albacete" o algo. Un abrazo, tito Choni.
Ahora miro la escultura y parece otra cosa.
No me canso de recomendar este articulo...es de traca.
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