California en los sueños, vitaminas vigorizantes ante la vulgaridad y ninguneo del país valenciano. Alfonso G. Ródenas disfruta cada mañana con el brillo de Malibú Canyon y lo cuenta porque puede hacerlo. Ry Cooder, Ben Vaughn, Mark Olson son sus testigos y hay algo de alegría patria en el regocijo de sus paisanos albaceteños ahora. Exactamente igual cuando aquel librero de Boston preguntaba entusiasmado el porqué de una fotografía que me hice junto a un cómic de Sergio Bleda que estaba en la estantería: “Es amigo mío”, le dije. Entonces el librero americano me confesó su devoción por el manchego.
A Antonio Naharro le conocí en Abycine, presentaba su premiada película Yo también. Ahora no me extraña lo que le ocurra: es una de las mejores personas artistas que he conocido y gente así debe llamar a las puertas del cielo. Con Chema López, admirable su obra, me une el blues (lo cuento) y algo que yo desconocía y que suele ocurrir mucho en Albacete: ¿y tu de quién eres?, resultó ser de gente cercana, de gente buena; otro éxito racional. Con Eloy M. Cebrián ya disfruto del birreo. Ya intimamos. No lo podía imaginar hace un tiempo cuando cayó en mis manos el libro más divertido que recuerde: Los Fantasmas de Edimburgo, dinamita pa´ los pollos, me dije al leerlo. A Joaquín, el Membri, lo encuentro concienzudo y trabajado, reflexivo, cachacero y siempre ocupado, menos cuando brindamos en El Torito. María, La Cañi en la televisión, Esperanza Pedreño vamos, es otro de esos encantos que estaban por descubrir personalmente y eso que, por ser de aquí y trabajar en el teatro, pueda resultar incomprensible no habernos topado antes. Ahora creo que tengo amiga para rato.
Con Bleda y Rosa nos tomamos un café en Portobello Road. Estaba obligado a llamarles después de su estrecha colaboración en el libro. También huele a larga amistad, aunque lejana. Ya vendrán. Lo de Serzo, Jóse, es parecido a lo de Eloy, que previa admiración irrumpe el dialogo fluido. Incansable, idealista, próximo siempre, no hay más que ver la portada del libro para intuir sus enormes posibilidades. Otro gran amigo ganado. Coleccionar amigos, qué bien. No es el caso del Gea, lo dice en el prólogo, él hace tiempo que es de la familia (el tío Choni nunca olvida). Con Andrés Alberto Gómez me une el respeto y, claro, otra vez la admiración. Curioso, uno de los más jóvenes protagonistas del libro, pero uno de los más serios y respetables. Será el clavecín, que hasta ahora no figuraba en mis alineaciones. Son los mundos por descubrir los que me han lanzado a esta impagable aventura y me han regalado tantas amables sorpresas. Otro de los más jóvenes es Rubén, Rubén Martín, otro personaje que domina la mesura y el recio comportamiento. Te mira y escribe. Le saludas y te hace un cuento. Jóvenes y sensatos ¿el nuevo siglo?. Sorpresas como la de la recuperación del Teatro Candilejas, que no el conocimiento de Engracia Cruz, esa hormiguilla tocada por Hamelín, libertaria incansable que ha encontrado su pasillo a los océanos. Tan cerca por cierto de la iluminación de Siquier, Juan, el virtuoso de la guitarra que ahora lo es de la infografía. Qué cosas, hay gente que no dejará nunca de ser artista. Seguro que lo es arreglando una cañería. Me lo imagino: primero la dibuja, la compone y el tubarro hace circular el agua. Manualidades (por eso no seré nunca artista).
Tuve mi enésimo encuentro con Fernando Alfaro y fue el mejor de todos. Los años y las aventuras le han dado poso y clase. Ahora es un símbolo nacional. Representa aquello que traspasa la comprensión mercantil y se convierte en culto, pero él hace lo de siempre: canciones. Goyo Jiménez habla y negocia con Robert de Niro y luego conmigo. ¿Nos habremos vuelto locos?. El rey del Vocoder manual es ahora productor, guionista, actor, empresario... y, sin embargo, amigo. Sólo un personaje como él puede cambiar tan fácilmente de registro. Le va bien, se lo ha currado. Ya está bien. A Miguel el berlinés hay que cogerlo al vuelo. Aparece y desaparece con la facilidad del mosquito de entre-otoño. Cuando llega es por que ha visto a Dios y el tío lo pinta. Y cada vez mejor. Gana con los años. Pronto será una liturgia. Como el menesteroso Arturo Tendero, otro omnipresente que lo mismo dicta una instancia gremial que te escribe un haiku, o una de esas historias que sólo viven los elfos. Duende de escritorio, eso es lo que es.
Rosa Díaz Martínez-Falero ya es una dama de la escena española. Le acaban de otorgar el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud. No se inmuta, lo ve natural, como yo. Rosa viaja y es difícil verla. Vive en Granada que es como vivir en el Olimpo, pero nuestra relación fluye y explota como la pólvora. Carmina y Manuela se ríen mientras. Carmina y Manuela se ríen de todo, se ríen siempre y parece que se descojonan (valga la expresión masculina) contigo. Te obligan a mirarte siempre la bragueta no sea que vaya abierta. Con Lalata han hecho el producto más original de la villa. Es arte contemporáneo, ése que deben explicarte siempre. Si ves en Albacete algún paso de peatones con un bonobo tocando el ukelele lo han traido ellas. Ya te lo explicarán, descojonándose claro. Como Joaquín Reyes, intérprete de su propio papel en la vida real. Le das un paraguas en el Altozano y te monta un ballet. Este verano me lo encontré en patinete. Serio, como si ir en patinete por el asfalto fuera cosa de cada día. El barrio de San Antón en la tele. Donde no muy lejos, Fernando López escarba en los contenedores. Encuentra ya los cuadros hechos, un figura. Luego dice que los pinta, pero él ya los descubre hechos. Arte conceptual y vigoroso. Se empeña en montar grupos. Arte total y fulminante. Se lo contaba a Andrés García Cerdán y sonreía. Andrés luego lo escribía en un poema, lo cantaba con una acústica, lo comentaba en el Plexiglás y se iba al instituto. Esas cosas no intimidan, nada, a Hernán Talavera. Cuando tú vas él ya está con la cámara, con el pincel, con el rotring, con la pluma, con la mesa de sonido. Qué envidia. Todo lo interpreta y lo mejora, que es el punto. Otra apuesta del inmediato futuro. Marta Wonderland, digo Marta Torres, lo dice de otra forma, pero con los mismos ingredientes de imaginación. Ella usa la palabra gestual y hace grande a Gloria Fuertes. Mariposas que salen de un libro y apariciones y desapariciones como ocurre en los cuentos infantiles. Otra paradoja, porque Marta es una de las personas más sensatas y coherentes que ha conocido este brillo de cada día en la ciudad.
Espero que os guste |
Publicado originalmente el 1 de diciembre de 2011 en STONE
8 comentarios:
Mucha suerte en la presentación, amigo. Ojalá pudiera estar por allí. Tómate una cerveza por mi :)
Dos, tu vales el doble.
por mi también!!!
ay que nervios....
La mía sin alcohol, que me estoy quitando, mucha mierda, un abrazo!!
Buena suerte Juan Angel !
O mejor, Buen trabajo !
Enhorabuena ...
(michel)
Ya se lo he pedido a los Reyes. ;)
¿lo de Fernando López Arte Conceptual? ¿Alguien en esta ciudad sabe lo que es el Arte Conceptual?...yo empiezo a dudar
jose luis
En Albacete hay muchos artistas que no hacen tanto ruido, pero que son artistas de los de verdad, porque el verdadero arte no necesita de ruido ni amiguismos. Faltan y sobran "algunicos"
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