Encajados en los trajes que Brian Epstein les compró para redebutar en Londres, ya sabes, cuello redondo y diseño de Douglas Millings, ¡Los Beatles irrumpen en el Teatro Circo de Albacete, el 9 de mayo de 2011 cantando Please please me!, así, como lo cuento. O sea, cincuenta años después de aquel ir y venir de Hamburgo.

Llevan el corte de pelo a la taza y visten como los camareros del Titanic. No comen ni fuman en escena y no les dan la espalda al público ni mascan chicle, según las ordenes de Epstein, a quien busqué en el backstage del Teatro Circo sin éxito. "Bueno, será que estos zánganos se han preparado bien las dos primeras canciones -la segunda fue la cara B de aquel primer éxito de EMI, From me to you- y nos quieren confundir", pensé.
Pero la sorpresa llega cuando toma la palabra en escena Paul McCartney: ¡era él!, ¡era su voz! ¡era Macca en cuerpo y alma!. John Lennon hace el mono para provocar las palmas como hizo en el 66 en el Yankee Stadium de Nueva York en el tercer corte, Roll over Beethoven. Luego llegan I saw her standing there, I wanna be your man, All my loving, She loves you y el resto. Un beatlelmaniaco confeso, de los más ortodoxos que yo haya conocido, Ignacio Valero, me confiesa luego: "El único defecto que les he visto ha sido que me han faltado 130 canciones más". Love me do, por ejemplo, pienso ahora.
A lo largo del concierto no salgo de mi sorpresa. Los fab-four se situan en escena como "la noche de aquel día": Paul y George a la izquierda del espectador y John, espatarrado toca con la guitarra a la altura del pecho. Ringo adopta en su Ludwing la mismísima pose de aquellos espectáculos de nuestra adolescencia y George ladea la pierna a la derecha con las rodillas juntas. Son los Fab-Four que vuelven. A Paul le suceden en sus presentaciones de temas John o George y... también son sus voces naturales las que se oyen y... su sonido. Sí, el sonido es idéntico a sus primeros álbumes. Normal, tocan con aquellos instrumentos añejos que tanta gloria les dieron: las Gibson, Gretsch y Rickenbacker como guitarras y el recordado Höfner violín como bajo. Sonido analógico, sonido beatle.
Esta segunda parte es más compleja que la simplicidad de la primera. Canciones del Sgt. Pepper´s y acústicas de Paul (Yesterday), George (While my guitar gently weeps) y Lennon (Across the universe). Suena el sitar, dios sabe de donde y alguien les dice que el bis sea con Yellow Submarine. A estas alturas estoy pensando en Brian Epstein, dadas las extrañas circunstancias de éste singular rescate a la historia.
Un amigo, Antonio Pellicer, me abraza emocionado a la salida: "¡Ya me puedo morir tranquilo, ya he visto a Los Beatles!".
Con el agradecimiento unánime a
RICHARD BLASBER/GEORGE HARRISON
DEREK STRATTON/PAUL McCARTNEY
ROY HITCHEN/RINGO STARR
PAUL KEVIN TUDHOPE/JOHN LENNON
The Cavern Beatles
2 comentarios:
Que noche la de aquel dia!!!!(pedazo de concierto).
Berry
No podia ser de otra forma: ¡Si! I'm down tambien es para mi el rock & rollmas potente de los Beatles.
Fdo: El primo bastardo de Ray Davis
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