Pedro Antonio Martínez Parra se ha convertido ya en el Luis Escobar de la memoria fotográfica. El albaceteño es un referente en la fotografía nacional desde hace muchos años, un profesional que ha ganado su prestigio disparando su nueve largo en el mismísimo escenario de la España de los cambios, en su caso sección Pop Español. Pero de ahí la comparación con el ilustre fotógrafo de la Memoria, porque la España que nos presenta en el Museo Municipal es la de una memoria tan rancia como la de Escobar; en el caso de Parra tupés, minipulls, paquetones, capas, melenitas Principe Valiente –como Bardem en la película de los Cohen-, floripondios y calcetines hasta las rodillas –la tanqueta de Móstoles-. Desde luego él no tiene la culpa, en todo caso aquella España que vivimos algunos y que produce rubor al ver el magnífico trabajo del periodista que estuvo allí. Su obra es tan impecable que no distingue protagonistas, sólo disparaba la cámara porque eran famosos y bastante culpa tenía si Encarnita Polo se subía a una escalera en minifalda en Noches del Sábado o si Rosa Morena cantaba no se qué de una gallina. Cuando ya casi tenía olvidadas algunas de esas vergüenzas nacionales Pedro Antonio me dio la tarde.
Foto: Los Canarios, de Pedro Antonio Martínez Parra
El Brillo de los Días. Publicado en el diario La Verdad de Albacete. 25/1/2009
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