22.2.17

Juan Ramírez de Lucas, el hombre y su tiempo


en el Centenario de su nacimiento se estrena en Albacete Los amores oscuros



Juan Ramirez de Lucas
El grafito de los días se dispara en el pequeño reposo de la servilleta que Juan Ramirez de Lucas garrapatea en un viejo café parisino mientras conversa alegremente con el amigo artista. Juan tiene vocación de hacer, de crear, si no lo fueran ya, amigos artistas. Acaba de estar en Venecia con Giorgio de Chirico y dos semanas antes con Alexander Calder en Nueva York:
“Calder logró hacer visible lo imposible: que las macizas esculturas, las de siempre, las bien aposentadas, inamovibles, fijas, con firmeza clavadas en la tierra sus moles, pudiesen levantarse, levitar, girar, y dando vueltas, volar como los mismos pájaros cautivos”, escribe igualmente apresurado algunos años después como queriendo fijar su devoción por Mnemosina diosa de la memoria, hija del cielo y la tierra... “nada menos”, sentencia con el gracejo albaceteño que siempre paseó por el mundo.
Juan habla de la  memoria y de la inspiración eterna, pues la diosa al mismo tiempo es considerada madre de las nueve musas, hijas de Zeus. Ramirez de Lucas se parte de risa exhibiendo su erudición mientras, elegante, recoge pausadamente su refinado fular rojo carmín y suspira suave hacia sus adentros, como quien evoca otra remota aventura. La que tuvo lugar en la casa que Pablo Picasso tenía en Málaga y a la que acudió una noche de verano en compañía de la troupe del arte, amigos también de la noche alegre. Sí, “el Pablo de los ojos de carbones, ojos obscenos de mirada fija que desnudaba los cuerpos tan sólo con mirarlos”, dice Juan, sonriendo maliciosamente aunque acabe su relato entre lágrimas rebosantes de complicidad recordando aquella noche “ofrendada a Pan y Baco, en esa hoguera que genera la vida y consume los seres”,  ya sin resuello, retorcido de risa y evocación.

Juan rebasando con colmo los ochenta años de vida se perfiló entre unos y otros como un varón de porte esplendoroso, distinguido, de dicción pausada y trato afable, franco, absolutamente encantador. Dispuso con soltura de instantes fascinantes para los demás. Con aquella perdurable mirada evocadora de Broadway y Madison Avenue, allá dónde abrió su camino al conocimiento y la figuración, allá donde dejó reposar su sueño y enamoramiento, mal sueño conocimos después, y eso debió dejar huella en las formas y maneras del crítico arquitectónico y el coleccionista de Arte Popular: “todo el planeta es mestizo con respecto a las ideas”, dejó dicho. Un hombre (ahora se cumple el centenario de su nacimiento)  que estuvo absolutamente apegado a la Fiesta Popular del Mundo, que disfrutaba con cualquier jubiloso carnaval, con la marioneta definitiva que exhibían sus pequeños escenarios, con los fetiches africanos encontrados en el último arenal de Namibia. Luego, dejó para los restos ése basto imperio de fantasía entre nosotros a modo de legado. El Museo Municipal de Albacete fue el beneficiado de una donación singularisima: su colección internacional de Arte Popular. Juan Ramírez de Lucas se comió literalmente el mundo buscando el títere, el amuleto, que le diera el alivio del tiempo. Ese tiempo que le maltrató en su juventud cuando quiso ser inescrutable sin avenirse a razones. El árbol de su vida escondido en una triste caja de madera clamando por un atronador grito de libertad.

De nadie seré, solo de ti.
Hasta que mis huesos se
vuelvan cenizas, y mi
corazón deje de latir...

                (Pablo Neruda)

 Publicado en enero de 2017 en la revista de información Cuatro Estaciones de Cultural Albacete

Cartel de la obra Los Amores Oscuros
Este año 2017 se celebra el centenario del nacimiento de Juan Ramírez de Lucas (1917-2010), un albaceteño que fue conocido como periodista, escritor, crítico de arte y arquitectura.
Cultural Albacete dedica una programación especial con cuatro vértices relacionados con su persona: la vida y amores de Juan Ramírez y el poeta Federico García Lorca, la obra del propio Lorca, la historia de España y la historia de Albacete.
Lunes, 27 de marzo de 2017. Teatro Circo, 20:00h. Al hoyo. Lectura dramatizada del texto del dramaturgo albaceteño Antonio Morcillo.
Miércoles, 29 de marzo de 2017. Teatro Circo, 19:00h. Lorca, Escenas y Poemas. Recital poético-teatral. Dirección: Llanos Briongos y Ángel Monteagudo.
Jueves, 30 de marzo de 2017. Teatro Circo, 20:00h. Los amores oscuros, de Manuel Francisco Reina. Dirección: Juanma Cifuentes.
Viernes, 31 de marzo de 2017. Teatro Circo, 21:00h. Bernardas. Compañía de danza Mayte Ballesteros. Música: Tuti Fernández. Dirección: Juanma Cifuentes.


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