13.12.09

Gaza a través de Le Boustrophédon

Títeres y actores en un conmovedor trabajo de la compañía francesa

Court-miracles. Compañía Le Boustrophédon
Lunes, 18 de enero. Teatro Circo de Albacete. 21,00h.
Creación colectiva dirigida y puesta en escena por Christian Coumin
Actores: Loïc Apard, Lucie Boulay, Johanna Ehlert, Matthieu Siefridt





En francés, une marionette era un clérigo que en las representaciones religiosas donde aparecía la Virgen, aportaba su voz haciéndola aguda para que pareciese femenina. Sin duda, ésa idea original hubiera debido influir en aquel filántropo viaje donde unos cómicos, también franceses, acudieron a Gaza, capital de la angustia y la infamia respondiendo a la llamada de la organización Payasos sin Fronteras. El títere frente al pavor, el comediante ante la más espantosa realidad. Si algo sobraba en Gaza serían las pasiones místicas por lo que los cómicos resolvieron denunciar los horrores de la guerra a partir de un planteamiento artístico conmovedor combinando el teatro gestual, las máscaras, el circo y los títeres: "Primera mañana en Gaza. Estoy en el centro del mundo. Estoy en el lugar del que casi cada día se ven imágenes en el periódico. Es un poco como el paraíso, un lugar que yo creía mítico, según se dice, se imagina…Como el infierno, también. Por tanto, ese lugar existe. Hoy pongo los pies en él. Mis pies y los de todo el equipo de "Payasos sin fronteras". Somos 8, permaneceremos durante 15 días en Palestina actuando dos veces al día para los niños víctimas de la guerra Palestino-Israelí” (Extracto del diario de a bordo de la compañía). Así nacía Court-miracles una obra sobrecogedora a mitad de camino entre el arte absoluto y la desprendida y caritativa denuncia. Así nacía también la compañía Le Boustrophédon.

Creada en 2006, Tres de los cuatro actores han participado anteriormente en la creación de los espectáculos “Echantillon gratuit” y “La Monstrueuse Parade” con la compañía Remise à 9. El director de escena, Christian Coumin ha co-escrito y puesto en escena espectáculos de numerosas compañías como les Acrostiches, Cie 111, Vent d'Autan, Le petit Travers, les Pas en Rond y, últimamente, La Cie Singulière y la Cie A petit pas. Toda una vida dedicada a la fantasía, la vieja comedia de retablo y el ilimitado valor del relato. Premiados en innumerables ocasiones por su frescura, originalidad y el universo lacerante de su creador que llega a cautivar un público ávido de emociones y de disfrutar del teatro en estado puro: la figuración, la caracterización/caricatura y el actor.

En Court-miracles, la historia se sitúa en un campo de refugiados. El guardián, los enfermeros y los heridos tienen en común haber sobrevivido a la guerra que prosigue, no lejos de allí… La vida se organiza. Se inscribe a los que llegan, se seccionan algunas piernas, se cazan ratas y se improvisa la orquesta de la fortuna. Porque es necesario vivir bien y esperar, las marionetas y los humanos se entremezclan para hablar, con humor y humanidad, de heroísmo, de monstruosidad y de cobardía… con esperanza. "Se acaba riendo, mucho" -dice el director de escena Christian Coumin-, "de cosas que verdaderamente no son divertidas. Cuando todo fracasa, sólo el humor permite mantenerse a flote, como un chaleco salvavidas que se abrocha al cerebro. Un avión que se resfría a lo lejos, la tierra que tose detrás de las colinas… Los refugiados del campo nº12 se mantienen alerta. Indolentes, fatalistas o atareados, viven con la necesaria indiferencia de los milagrosamente curados". Los supervivientes. Perdidos, crueles, solitarios, magníficos, aprovechados, son a la vez protectores. Sublimes y cobardes, heróicos y cínicos. Medio hombres, medio peleles. Porque la humanidad ya no tiene consistencia, hay que reconstruirla, reinventarla. En el aire flotan fragmentos de tragi-comedias. Coumin, en su analísis de la experiencia va más lejos: "La guerra es una porquería. Es evidente. Pero detrás de la simpleza de esta constatación, la necesitad de repetirlo está cargada de sentido y de sobreentendidos. Aquí, es simple. Allí, en Gaza, donde el actual equipo del espectáculo se soldó alrededor de un proyecto común, éste fue una evidencia, nacida de sensaciones difusas, de intercambios de miradas, de sonrisas crispadas".
En Gaza, cuando se representa un espectáculo, las caras, las risas, los aplausos son casi los mismos que en cualquier otra parte. Sin embargo, se actúe en Israel o Palestina, se está en el derecho de imaginar que hay futuros extremistas en cada lado. Se está en el deber de pensar que no sea así. Que un espectáculo tan insignificante pueda transmitir una esperanza ínfima de la utopía que se ha puesto al crearlo. Le Boustrophédon ha hecho ése trabajo encomiable y la utopía queda reforzada entre todos nosotros. Aplausos anticipados por todo ello.

Court-miracles. Compañía Le Boustrophédon
Lunes, 18 de enero. Teatro Circo de Albacete. 21,00h.
Creación colectiva dirigida y puesta en escena por Christian Coumin
Actores: Loïc Apard, Lucie Boulay, Johanna Ehlert, Matthieu Siefridt


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