9.11.08

Miquel Barceló: "Entonces pinto un pescado"

Miquel Barceló ha estado casi dos meses entre nosotros, en La Asunción. Ha sido un Barceló iniciático en el grabado, juguetón con la ilimitada técnica del carborundo y las transparencias, aguadas, collages y aguatintas, siempre en su constante transgresión con la disciplina. Es grande Barceló y ha demostrado que lo es desde sus primeros pasos en los talleres de Joan Miró donde comenzó a experimentar con el grabado. Ahora anda en proyectos gigantescos como la reforma de la capilla de San Pedro en la catedral de Mallorca o ése "planeta imaginario" que estrena este mes en la cúpula de la Sala de los Derechos Humanos de la ONU de Ginebra, una barbaridad.
En Albacete vimos al Barceló mediterráneo, al africano y al taurino, siempre en su eterno juego con la posibilidad. En nuestra ignorancia, pensamos al ver uno de esos espectaculares grabados taurinos "así debían ser los carteles de toros". Ignorante total. Barceló aplicó uno de estos grabados al cartel de la corrida de la Beneficiencia en Madrid en 1990, con Roberto Domínguez, Emilio Muñoz y Miguel Báez "Litri" de espadas.
Sobre la técnica del carborundo, a partir de la sugerencia de una mancha, declaraba: "Primero hago algo y luego pienso `parecen las escamas de un pescado´. Entonces pinto un pescado".
Lo mejor de la pasada feria, sin ninguna duda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, Barceló y una copla de Blue Nile con la que me partiste los tuétanos en Amnistía...